Who's this whisper telling me that I'm never gonna get away?
I know they'll be coming to find me soon
But I fear I'm getting used to being held by you
Oh, baby, look what you've done to me...
Fue en el vuelo de regreso a casa de Minjeong. Ella iría a ver a sus padres luego de terminar el servicio militar. No tenía nada que perder al cumplir la mayoría de edad y se enlistó, pero, eventualmente, descubrió que estar en guerrillas no era lo suyo. Lo terminó hace una semana, pero entre sus compañeros decidieron viajar a Osaka para celebrar, no había una razón, solo lo hicieron.
Suele tomar sus decisiones en último momento y eso no siempre sale bien.
Mientras revisaba ese viejo libro que se volvió su amuleto durante esos meses, notó a una linda azafata mirándola tímidamente. Arqueó su ceja divertida, bien, sus compañeros de milicia y amigos cercanos dirían en un segundo que Kim MinJeong era una perdedora con las chicas.
No podía congeniar con ellas, por más que lo intente las terminaba hartando por lo indecisa e insegura que era.
Pensó que entrenar con militares haría algo por ello, pero no, solo consiguió despertar a horas horribles, dormir tensa cada noche y un buen lavadero, además de ese bonito tatuaje que se hizo en Osaka, como parte de un reto que perdió con los chicos.
Bajó el libro y le sonrió con un guiño.
Fue un guiño fallido porque cerró ambos ojos y al abrirlos miró esa sonrisa divertida en el rostro de la chica hermosa sin nombre.Creyó que lo arruinó.
Pero no, eso fue el enganche y ahora, 11 años después están cumpliendo 10 años de matrimonio.
Minjeong compró un boleto de avión y antes de bajar, y con ayuda del personal siendo cómplices, se lo propuso. Jimin, la hermosa azafata, estalló en llanto cuando eso sucedió. Está de más decir lo mucho que lo amó.
Había una emoción extraña en cumplir 10 años casadas. Solo salieron por un año, fue todavía más extraño cuando Jimin dijo que deberían ser novias luego de conocerse apenas un mes. Minjeong accedió con el argumento de que el tiempo pasaba más lento siendo azafata.
Actualmente Jimin ya no se dedica a eso. Hace trabajo en casa, MinJeong no le dio importancia, su esposa siempre le interrumpe cada vez que quiere saber más sobre su trabajo.
Aunque si lo preguntas. Jimin tampoco tiene idea de lo que hace Minjeong, algo de computadoras, eso diría. Pero ninguna parece preocuparse por esas cosas.
Hay amor, y eso está bien.
Jimin le dio un beso largo en la puerta mientras le decía lo mucho que la amaba y que avisara si llegaba antes para hacer la cena. Minjeong sonrió y aceptó, guardando en la guantera de su auto el regalo para Jimin, se lo daría más tarde, su chica parecía demasiado alterada esa mañana.
Jimin cerró lentamente la puerta hasta que el auto de Minjeong se alejó de la casa. Suspiró, amplió su sonrisa y comenzó a hacer las tareas de siempre en su hogar, todo de forma metodica. Ocasionalmente mirando su anillo de matrimonio en su dedo y sintiendo su pecho calentarse.
Kim MinJeong era un sueño hecho realidad.
Nadie la despertaría de ese sueño.
Aun con su mandil de cocina se sentó de golpe en el sofá y tomó su teléfono, luego de poner la contraseña buscó en sus aplicaciones y sonrió todavía más que cuando Minjeong la miraba tímida mientras se cambiaba de ropa frente a ella.
Tocó la pantalla suavemente y casi ríe.
—Aeri-ah, Aeri-ah, ¿qué crees que me regale hoy Minjeongie? Honestamente, no sé si le guste mi bonito presente. Pero, ella ama la justicia y esas cosas, así que, ¿esto está bien, no?
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Stockholm Syndrome || WinRina G!P (OneShot).
FanfictionEs el aniversario de bodas de Minjeong y Jimin, y Jimin se esmeró mucho en su pequeño (no lo es) y hermoso (es horrible) obsequio. ... Ninguna está bien, pero se aman.