Siete

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    7. Cachorros

Lisa abrazaba a su cachorra mas pequeña, la última de los cuatro en nacer; Lili había sido la primer cachorra en llegar al mundo, era un poco mas grande que sus hermanos, era la mas calmada, la que menos lloraba, y cuando lo hacía, preocupaba a sus madres sabían que era porque algo la estaba molestando enserio, el segundo en nacer fue Leo y fue primer cachorro, era un poco más dramático y enojón, al primer llanto su alimento tenía que estar cercas o de lo contrario, no habría manera de hacerlo comer, continuaría llorando hasta que su madre lo acercara para amamantarlo, Luca fue el tercero en nacer, tenía una personalidad tranquila, pero solía asustarse con facilidad y los fuertes pulmones de Leo era uno de los motivos que lo hacían llorar del susto, y por ultimo Ella, la cachorra fue la última de la camada, pero no por eso era la mas frágil, quizás era la mas pequeña, pero tenía pulmones mas fuertes que los de Leo, y ella parecía ser solo de Lisa, se aferraba a su madre desde el momento que logro abrir sus ojos, claro que la alfa amaba a todos sus cachorros de la misma manera, pero era cierto que su cachorra mas pequeña era su debilidad, sostenía a su cachorra escondida entre su cuello, mientras a Luca lo sostenía en su brazo izquierdo, Rosé había terminado de alimentar a Leo y lo colocaba en su cuna, Lili había sido la primera en caer en un sueño profundo después de cenar, en definitiva los que mas estaban apegados a ellas eran Leo a Rosé y Ella a Lisa, sabían que Lili y Luca serian los cachorros más independientes, ambas sospechaban que se ese par serian betas, pero a ninguna le importaba, estaban mas que feliz con sus cachorros.
Rosé camino a Lisa para recostar a Luca en su cuna, la alfa se puso de pie coloco a su cachorra en la cuna, que se movió lentamente al no sentir a su madre, beso las frentes de cada uno de sus pequeños cachorros que parecían sonreír al sentir el contacto de su madre, aunque eran muy pequeños para sonreír, la alfa juraría que lo hacían, su omega la llamo, y la castaña se alejo de las cunas con tristeza.

-Tranquila alfa, en una hora se despertaran otra vez con hambre.-Casi lloro Rosé.

-Amor, estas muy cansada, mañana contrataremos a alguien que nos ayuden por lo menos por las noches, somos dos contra cuatro.-Rosé sonrió por la expresión cansada de su alfa y asintió.

-Si, lo se, sobre todo con Leo y Ella, Leo parece que no sabe que ya no esta en mi vientre y Ella, mi cachorra cree que sigue en tus bolas, ¿como puede quererse alejar de mí después de haberla llevado dentro de mi durante siete meses?-Lisa soltó una pequeña risita nasal.

-Durmamos unos minutos cariño.-Lisa sujetó a la rubia entre sus brazos sonriendo y besando el cuello de la omega, respirando profundo el aroma que emanaba de ahí.
Ambas se arrastraron a la cama, solo llevaban unas semanas con los cachorros, y sus cuerpos reclamaban por la falta de sueño; hasta que una alarma las despertó.

-Amor, apaga la puta alarma, ¿Que hora es?-Lisa sonrió con la palabrota de la rubia, la omega no solía maldecir.

-Son las nueve de la noche, y no es la alarma, creo que llaman a la puerta, iré a ver quien es el idiota que intenta despertar a los cachorros.-Lisa se levanto cansada pero apresurando su paso para evitar que el timbre continuara y despertara a los cachorros, se habían mudado a una gran mansión con suficientes habitaciones para los cachorros, aunque los cuatro por el momento dormían en una sola habitación, cuando la alfa abrio la puerta solo pudo sonreír, los cachorros de sus mejores amigas intentaba mantenerse despierto.

-Tia Lisa.-Dijeron los cachorros con una media sonrisa y bostezando, Lisa los tomo a ambos en brazos que de inmediato se recostaron en su hombro.

-¿Porque los tienen despiertos tan tarde?-Pregunto la alfa mirando con severidad a sus amigas.

-Vaya Lisa Manoban en pijama a las nueve de la noche, en sábado.-Se burlo Jennie entrando a la casa.

-Venimos a ayudarlas esta noche con los cachorros, sabemos que en esta etapa no suelen dormir, así que aquí estamos, y los cachorros insistieron en caminar.-Justificó Jisoo.

-Tomaremos la habitación que esta cercas de los cachorros, y ustedes podrán descansar.-la alfa no podría estar mas agradecida con sus amigas.

-Gracias, no se que haríamos sin ustedes, ya saben que pueden cenar, usar la cocina, lo que quieran; yo llevare a los cachorros a su habitación, ustedes elijan la habitación que quieran, están en su casa, y yo iré a dormir.-Lisa desapareció tras los pasillos oscuros con los cachorros dormidos en sus brazos, solían creerse niños grandes, hasta que veían a la castaña, ambos aceptaban ser unos pequeños cachorros que querían ser mimados.
Lisa los acomodo en sus camas, y besos sus frentes, para luego salir de la habitación no sin antes dejar la luz del baño encendida en caso de que alguno despertara a mitad de la noche.

-¿Quien era? ¿Y porque te demoraste tanto?-Pregunto Rosé cuando Lisa se unió a ella en la cama.

-Jenn y Jisoo, cuidaran a los cachorros esta noche.-Lisa abrazo a la omega pegándola contra su cuerpo, Rosé acepto el contacto ronroneando.

-¿Que haríamos sin ellas?-La omega sonrió dejando que el sueño la dominara, no esperaba respuesta de Lisa, su alfa ya estaba dormida, y sonrió feliz, tenía a sus mejores amigas en su casa, estaba abrazada a su alfa, aferrándose a ella, y sobre todo, tenía cuatro hermosos cachorros que les permitirían dormir, por lo menos esa noche.














🐿️¡Mañana les comparto el ultimo capítulo de esta historia, espero les haya gustado!🐥

El cachorro de la omega (Chaelisa gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora