Llega con la ubicación del GPS a la modesta casa de la pelirroja, estaciona y ve el regalo envuelto en una caja sobre el asiento del copiloto, luego lo pasa atrás y duda un momento en bajar o no, está a punto de poner el auto en marcha, fue una mala idea venir, ella tendría que estar con Jasmine en la fiesta mientras les presenta a sus amigos, no aquí, en el cumpleaños de su ex amor. Pone el auto en marcha, nadie la ha visto aún y puede marcharse sin ser detectada, está sacando el auto cuando escucha un golpe en la ventanilla del copiloto y baja el vidrio.
—¿De verdad estabas por irte? Es mi cumpleaños.
—No creo que sea lo correcto que yo esté aquí —le responde.
—Es mi cumpleaños Stella, yo te quiero aquí, la verdad que de todas las personas que están aquí la única que deseaba que apareciera y estuviera, eres tú.
—Jasmine por favor, no digas esas cosas —aprieta fuerte el volante y luego la mira— ¿Qué se supone que debo hacer con lo que me dices? ¿Conformarme y ser tu amante? Ni yo valgo tan poco para vivir en la sombra, ni tú vales tanto como para tener a dos personas —Jasmine se sube a su lado— ¿Qué haces?
—Si te vas me voy contigo —Stella se lleva una mano a la frente—. Voy a divorciarme —mira hacia la casa—, él cree que nos mudamos para salvar nuestro matrimonio, pero yo me mude para —la observa—, recuperarte y dejar de perder el tiempo junto a un hombre que no amo.
—Estoy con Janet.
—No lo estás.
—Estás casada.
—No lo estaré por mucho tiempo.
—Cuando dejes de estarlo, hablaremos. Ahora bájate de mi auto.
—No, a menos que bajes conmigo —acaricia su mano.
—Es algo irónico ¿No crees? Hace unos años yo te rogaba llorando que no te fueras, que huyeramos juntas y ahora estás en mi auto, pidiéndome que no me vaya. Como cambian las cosas —la pelirroja se queda callada—, es tu regalo, señala atrás de su asiento. Feliz cumpleaños.
—¿Puedo abrirlo ahora?
—Es tuyo, es tu cumpleaños, has lo que quieras.
Dice restándole importancia, Jasmine lo toma colocándolo sobre sus piernas, le quita el moño y desarma con cuidado el envoltorio de no romperlo, abre la caja y ve sonríe al ver lo que hay dentro, una taza nueva de una obra de Van Gogh "los girasoles" "La Monna Lisa" de da Vinci y "La joven de la perla" de Vermeer, más un plato con forma de la paleta que usan los pintores para pintar y la cuchara tiene forma de pincel.
—Me encanta —dice Jasmine con una gran sonrisa, y la abraza de repente para luego dejar un beso en su mejilla que dura bastante—. Gracias Stel, gracias, tus regalos siempre han sido los mejores.
Se separan, pero aún quedan muy cerca, ambas dirigen sus miradas a sus labios y antes de cometer una locura, Adam las llama.
—Aquí estabas —se agacha frente a a la ventanilla—, oh, Stella que gusto verte, pensé que ya no vendrías.
«Me lo pensé y me estaba por ir»
—Perdón por llegar tarde.
—Llegaste justo a tiempo, estamos por servir, entra —apaga el auto aparcandolo mejor de vuelta y baja para caminar detrás de ellos.
Jasmine medio voltea a verla mientras Adam la lleva abrazada de un lado, sosteniendo del otro lado la caja, la pelirroja la ve por el rabillo del ojo para asegurarse que venga, le regala una sonrisa, se suelta de él llegando a la puerta y toma la mano de Stella para entrar.
—Miren todos quién vino al fin.
—¡Stella! —dice la familia de Jasmine, y algunos compañeros de trabajo y amigos también están, ella aún no le suelta la mano— ¿Cómo lograste que saliera de su casa? —pregunta su hermana mayor.
—Bueno solo lo pedí con amabilidad —sonríe la pelirroja—. Siéntense que ya servimos ¡Todos a la mesa! —grita y la suelta finalmente, lo que deja respirar a la castaña al fin.
Stella se sienta en el único asiento libre al lado de Jasmine, la imagen es por demás incómoda, la pelirroja en medio, su esposo de un lado y Stella del otro. Al momento de cantarle el feliz cumpleaños ella intenta escabullirse, pero Jasmine la toma obligándola a permanecer a su lado, pero en el primer intento ella se zafa y se aparta, por lo que recibe la mirada exhausta de la pelirroja.
La batería social de Stella siempre ha sido bastante escasa y se agota con facilidad en eventos como estos donde hay demasiada gente, socializar la drena.
—No sé como sin ser tan sociable, eres profesora —se acerca Jasmine pasándole una taza de té, le sonríe y ella la toma.
—Una cosa es estar frente al grupo y otra muy diferente es estar entre el grupo, nunca fui buena socializando y lo sabes —la otra sonríe y asiente.
—Lo sé. Otra cosa que no a cambiado —se acerca un poco pegándose a ella por el brazo— ¿Aún sigues pidiéndoles palabras extrañas a tus alumnos y su significado? —la otra asiente con una sonrisa— ¿No tienes alguna para mí en mi cumpleaños?
—Tampo del filipino, es cuando una persona retira su afecto hacia alguien que lo ha lastimado.
—¿Entonces ya no me amas, es lo que quieres decir?
—No debería amarte, no después de todo.
—Pero aún lo haces —Stella se queda callada y ella sonríe—. Te escribí muchas veces, muchas cartas ¿Las leíste?
—Gracias por el té, creo que deberíamos ir adentro, eres la cumpleañera —le da la taza e intenta meterse.
—Jamás dejé de amarte, ni un solo día dejé de pensar en ti.
—No quiero escucharte —le dice dándole la espalda—, cállate.
—Te amo —ambas se quedan calladas—, sé que tú también me amas y jamás se lo he podido decir a él.
—Jasmine cállate o me iré ahora.
—Aquí estaban, ya vamos a empezar con los juegos ¿Vamos? —Adam mira a la castaña— ¿Pasa algo? ¿Tienes que irte? —dice desanimado.
—No, no, solo vamos adentro —dice la pelirroja pasando por su lado rozandole la mano—, por cierto Stel, Anam Cara del galeico, persona con quién puedes mostrarte tal cual eres, sin ser juzgado y que te comprende a la perfección. Alma gemela —la castaña se queda callada observándola—. Ya volví y no voy a dejarte ir, ni a irme de nuevo, mi anam cara.
Se mete y Stella por fin suelta el aire contenido, respirando de nuevo algo agitada. Jasmine ha vuelto y al parecer con todo, dispuesta a recuperarla de nuevo, se lleva una mano al pecho, tal vez tenga un ataque cardíaco ya que siente su corazón latir acelerado, pero no es eso, esa ella, late por ella, por Jazmine, su primer y único amor en años.
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Enséñame a amarte
RomanceUna profesora de literatura que ama de manera prohibida a una mujer. Ella una directora carismática para sus alumnos y en su trabajo, pero tremendamente infeliz en su matrimonio con un marido al que nunca amó. ¿cuánto tiempo pasará para que una amis...