Introducción: La especie sin Dios.

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Wasma

Abrí los ojos lentamente y mi vista se enfocó en un techo blanco y desconocido. La luz era suave, pero suficiente para hacer que mi cabeza se llenara de una tormenta de preguntas: "¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué ha pasado?" Todo parecía confuso y distante, como si estuviera atrapada en un sueño del que no podía despertar.

De repente, un grito rompió el silencio:

— ¡Lora!

"¿Lora?" pensé. "¿Ese es mi nombre?" La palabra resonó en mi mente, pero no sentía una conexión clara con ella. Sin embargo, despertó algo en mí.

Con esfuerzo, giré la cabeza hacia un lado. A mi lado, en una silla junto a la cama, había una figura. Parecía haber estado esperando pacientemente a que despertara, con los ojos llenos de preocupación y alivio.

Era...










La leyenda cuenta que existían 5 dioses y sus nombres eran Natura, Akua, Foga, Vuala y Elecuta, cada uno creó su propia especie con habilidades similares a las de ellos. Pero en el planeta Terra existía una especie que no había sido creada por ninguno de ellos llamados "Humanos". Se cree que existía un sexto dios, una entidad enigmática cuyo nombre y existencia permanecen desconocidos incluso para los cinco dioses primordiales. Este misterioso ser podría ser el verdadero creador de la especie humana. ¿Qué papel juega este sexto dios en el gran esquema de la creación? ¿Y por qué los humanos, una especie aparentemente ajena a los cinco dioses, existen en Terra? ¿Acaso está en la gran pregunta del universo? ¿Por qué existe esa especie si ningún dios la ha creado? ¿Será una plaga? ¿O una bendición?
Los dioses no sabían nada sobre la especie humana así que todos ellos fueron enviados a una isla desierta, separados de las demás especies. Debido a que podían ser una amenaza, o simplemente le tenían miedo a lo desconocido, ¿no crees?

Esto nos lleva a la isla Nomas, donde se encontraban los humanos. Llena de árboles y flores, la raza humana y naturaleza unidas como si fueran uno. Allá donde mirases había flores de hermosos colores con un aroma exquisito. Las casas, construidas exclusivamente con madera, destacaban por su hermosa belleza y variedad. Utilizaban diferentes tipos de madera, lo que resultaba en una paleta diversa de colores y patrones únicos para cada una. Las casas estaban meticulosamente decoradas con hermosas flores que adornaban las fachadas, ventanas y puertas, creando un paisaje encantador y lleno de vida.

Toda la ropa estaba hecha con plantas: como las hojas de árboles como el Ramis... y con lindas flores como la Deris, la Juseria... Los aldeanos habían desarrollado una habilidad excepcional para trabajar con los materiales que la naturaleza les proporcionaba. Sus pies, endurecidos por años de caminar descalzos sobre la tierra rugosa, ya no sentían el dolor de las piedras y raíces.

En la isla Nomas, el lenguaje, conocido como Sapiaris se caracterizaba por su simplicidad: las palabras se leen tal como se escriben y no existen tildes. Esto facilitaba la comunicación entre los aldeanos.

Aproximadamente, la isla albergaba a más de 100,000 aldeanos, distribuidos entre seis aldeas principales: Chuviki, Purisa, Nesko, Rulisia, Zukasa y Tanyaris.  y todas estaban gobernadas por el líder heredero. Sorprendentemente, no había conflictos entre ellas. Los habitantes de estas aldeas parecían entender que la paz y la cooperación eran más beneficiosas que cualquier confrontación.

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