EXTRA - NEW LIFE

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El nuevo Yeomna estaba frente a la puerta espiritual, derramando lágrimas como usualmente hacía.

— ¿Y ahora por qué lloras? — Preguntó su secretario Asakura Jo, el sustituto de Jay. Este lleva trabajando con Harua desde que el rubio se convirtió en dios, y han pasado varios años desde entonces.

En ese tiempo descubrió varias cosas sobre Harua:

1. Es un bebé llorón, llora por absolutamente todas las muertes, algo un tanto extraño teniendo en cuenta que ver morir a los demás es su día a día.

— E-es que me pareció muy simpático. — Respondió Harua limpiándose las lágrimas.

Jo frunció el ceño. — Era un idiota que violaba y traficaba con menores. Simpático o no, no es merecedor de tus lágrimas.

2. Harua odia a los maltratadores de animales y niños. Cuando tiene que tratar con alguno de ellos se enoja mucho, pero un Harua enojado se veía muy adorable a ojos de Jo.

— ¿Y por qué no me lo dijiste antes? Que cabronazo, y yo hablando tan tranquilamente con él... — Dijo ya sin lágrimas, cambiando su tristeza rápidamente por una expresión de asco que hizo reír al más alto. — No entiendo como los humanos pueden hacer tales cosas a los más inocentes.

— Creo que ni ellos mismos lo entienden.

3. El sentido de justicia de Harua es un tanto extremo, de ahí la importancia de que Asakura se mantenga a su lado a todas horas, incluso cuando va al mundo mortal. Es el único al que Harua obedece.

— Yo digo de bajar y matar a todos los maltratadores. — Propuso el rubio

— Aunque sería una idea genial, no puedes hacer eso. — Ante esas palabras, Harua maldijo en voz baja.

4. Su sonrisa era capaz de iluminar hasta los días más oscuros, y transmitía buenas vibras a todo aquel que lo viera.

El alto se acercó lentamente al dios y tomó su mano con lentitud. — ¿En vez de eso qué tal si bajamos para comer algo?

Harua sonrió bastante, haciendo que sus lindos hoyuelos aparecieran. — ¿Es una cita?

El contrario pellizcó las mejillas de más bajo para molestarlo. — Es lo que tú quieras~, total vas a pagar tú.

5. Las expresiones de Harua son muy adorables y divertidas. Valía la pena molestarlo con tal de verlas.

El rubio abrió bastante la boca con el ceño fruncido, sorprendido por las palabras de su secretario. — ¡Debe pagar quien propone la idea, tonto!

Jo soltó una fuerte carcajada. — Vale, vale, yo pago.

— Pues vamos a la dulcería de Jay, creo que ya pudo abrirla.

— Oh, ¿de verdad? Fue más pronto de lo que creí.

— ¿Pronto? ¡Pasaron como unos 21 años!

6. Harua es el único dios que sigue contando y percibiendo el tiempo como lo hacen los humanos. Esto también le parece tierno porque el rubio más de una vez lo llamó para festejar días que Jo no conocía como Navidad, San Valentín o fin de año.

— 21 años no es nada. — Admitió. Tomó la mano de Harua y empezaron a descender rápidamente, pasando entre las nubes. — Vamos antes de que nos manden a hacer más trabajo.

— ¡Waaah, espera, no me gusta pasar a través de las nu- a... ¡achuuuu! — Estornudó.

7. Cuando las nubes están cerca de su rostro, Harua no podía evitar estornudar. No era una alergia, simplemente la textura y temperatura de estas le hacían cosquillas en la nariz. Un detalle que a Asakura se le hacía muy tierno.

YEOMNA - SUNGWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora