–Estaba en una pequeña cafetería descansando de mi trabajo cuando recibí una llamada–.
"¡¿Noketsu, dónde estás?!".—Era mi jefe y al parecer estaba enojado—
—Yo respondí— "Estoy aquí descansando, ¿pasa algo?".
—Mi jefe me respondió, aún más enojado—
"¡Te necesitamos urgentemente!".
"Voy para allá"
—respondí con un poco de curiosidad y colgué la llamada.—
Cuando estaba de camino de nuevo al trabajo, pasaba por un callejón oscuro en esta "hermosa" noche. Sentí una sombra que me impedía el paso.
—Noketsu miró hacia arriba—.
Oh, vaya sorpresa... no te esperaba por aquí, Sanzu. Con permiso, no tengo tiempo para ti.
—Noketsu intentó irse, pero Sanzu lo impidió—.
"Necesito hablar contigo",
—dijo Sanzu con su voz ronca y grave—.
"Ahora qué", acaso no ves que tengo que irme?,
—respondió Noketsu con un poco de enojo en su voz—
