I - El compromiso: no me importa

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La juventud es para dedicarse a estudiar y hacer todo lo que uno no puede hacer como adulto, es disfrutar, vivir y experimentar con medida. Una época hermosa, que se vive una sola vez y se pasa como agua entre los dedos.

Es perfecta para conocerse individualmente... no para responsabilizarse por un compromiso arreglado no deseado.

—¿Cómo que un compromiso?— pregunto con una sorpresa por tal inesperada notica que mi padre nos dio a mí y a mis hermanas.

—Mhm, se trata del hijo de mi muy querido amigo Genma Saotome. Una de ustedes habrá de casarse con su hijo Ranma para que se haga cargo del dojo, así el futuro de la familia estará asegurado— mi padre de nombre Soun Tendo, responde a mi pregunta.

—Oye, no puedes hacer eso, ¿cómo decidir por nosotras? Al menos yo no estoy interesada— mi hermana Akane habla con un tono molesto.

—Espera al menos a ver si es apuesto, ¿podrías decirnos qué aspecto tiene, papá?— Nabiki, otra de mis hermanas ladea la cabeza y mira a Akane con una divertida mirada. Akane voltea su rostro a otra dirección, molesta. —¿Eh, cómo es él?— Nabiki mira más interesada a nuestro padre.

Nuestro padre ríe y vuelve a mirar la postal con una imagen de un panda que recibió.

—Muy pronto podrás verlo— se levanta del cojín rojo con morado que usamos como asiento en el comedor. —La familia Saotome ha estado errante últimamente, acaban de realizar un viaje a China.

—¿A China?— Nabiki muestra más interés de nosotras cuatro.

—Vaya— contesto leyendo una revista de Idols coreanos.

—No porque haya ido a China quiere decir que sea mejor— de nosotras cuatro Akane es la que se muestra más inconforme con la noticia.

—Oye, ¿y qué edad tiene Ranma?— Kasumi, mi hermana mayor que se mantenía callada hasta ahora, muestra calma y seriedad al asunto.

—¿Es de mi parecido?— Nabiki dice con emoción.

—Ojalá no sea muy joven— dice Kasumi.

—¿Será caballeroso?

—Que no sea un problema— hablo con desinterés.

Sólo esperaba que ese chico no fuera una distracción en mis metas, ya tengo suficiente con mi vida.

Nuestro padre vuelve a reír, se da la vuelta y nos mira.

—No lo sé— responde.

—¿Por qué no?— pregunta Nabiki con el ceño fruncido.

—Porque nunca lo he visto.

Mis hermanas: Kasumi, siendo la mayor de nosotras; Nabiki, la segunda hija; Akane, mi melliza; yo, Minako, la menor de los Tendo.
Nos miramos con confusión y con algo de preocupación por la impactante noticia de mi padre.

—¡¿Cómo que no?!— cierro mi revista, mirando a mi padre con irritación.

Unos segundos después, los ruidos provenientes de la entrada del dojo se hicieron notar, dando a entender que alguien llegó.

—Ah, parece que alguien llegó— Kasumi se levanta del cojín

—¡Vamos, tal vez sea Ranma— Nabiki también se levanta y sale del comedor.

—¡Al fin llegan, este será un día de fiesta!— mi padre también sale del comedor.

—Espero que sea mayor que yo.

—Esperemos— le contesto a Kasumi, yo esperando que no sea de mi edad ese chico.

Akane y yo nos levantamos y nos asomamos, pero vaya sorpresa que nos llevamos al ver a Nabiki y nuestro padre volver al comedor, con sus rostros llenos de sorpresas y susto.

Space - Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora