Capitulo 5111-5115

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Capítulo 5111 Elixir Primordial de la Gran Niebla

Cuando Long Chen aterrizó en el altar, sintió una terrible presión divina que se abatió sobre él. Era como si una antigua bestia lo hubiera mirado, lo que le puso los pelos de punta.

Long Chen se quedó completamente inmóvil, como una estatua, incapaz de moverse aunque quisiera. El altar pareció cobrar vida y escudriñó sus alrededores con un aura amenazante.

Permaneció en esa postura rígida durante lo que pareció una eternidad. Poco a poco, la presión opresiva disminuyó y Long Chen sintió que se le quitaba un peso enorme de encima. Suspiró aliviado, aunque tenía la frente empapada en sudor.

Este altar era increíblemente extraño y aterrador. Long Chen no se atrevió a relajarse.

"¡Definitivamente algo anda mal con este altar!" murmuró Long Chen, mientras seguía agachado sobre la pierna. Sintió que el altar no estaba controlado por una simple formación, sino que era más como una entidad viviente, una bestia latente. Si despertaba por completo, moriría miserablemente.

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A lo lejos, el sonido del agua salpicando lo alcanzó: otro grupo de sacrificios había sido traído. Sin embargo, Long Chen permaneció completamente quieto, su postura no cambió. Cuando el segundo grupo de sacrificios llegó al altar, la presión sobre él se alivió un poco.

El altar siguió destruyendo esos cuerpos y absorbiendo su energía. Long Chen sintió que el altar dejaba de centrarse en él y se centraba en los nuevos sacrificios.

Aprovechando el momento, Long Chen sacó con cautela el ojo celestial de cristal violeta y examinó el altar.

—¡¿Qué carajo?! —A Long Chen se le erizaron los pelos. A través del ojo celestial, vio que el altar era en realidad parte de una enorme forma de vida con forma de tortuga, ubicada de espaldas.

La tortuga tenía cuatro extremidades pero no tenía cabeza y flotaba en el mar de sangre. Lo que sorprendió aún más a Long Chen fue que los cuatro cráneos del diablo no solo estaban colocados en el altar, sino que crecían de la espalda de la tortuga, como si hubieran sido injertados en ella.

Lo más aterrador de todo era que los cuatro cráneos y el cuerpo de la tortuga negra estaban completamente conectados. A través del ojo celestial, Long Chen podía ver sus arterias entrelazadas con innumerables meridianos que las unían. Esto confirmó su sospecha: el altar no era simplemente una construcción, sino una entidad viviente, un monstruo que se había armado allí.

Con el ojo celestial de cristal violeta, Long Chen prácticamente podía ver a través de este monstruo. Podía observar sus meridianos latiendo y su Qi de sangre fluyendo. La energía absorbida por los cuatro cráneos se dirigía lentamente hacia el área central de la espalda de la tortuga, donde residía el feto de piedra.

La mirada de Long Chen se fijó en el feto de piedra, pero no pudo penetrar por completo su superficie. En cambio, vio venas parecidas a raíces que parpadeaban sobre él, similares a las que se encuentran en un huevo en desarrollo.

"Esto es..."

Long Chen tragó saliva y sus suposiciones anteriores sobre que el altar era una construcción hecha por el hombre con formaciones desconocidas se hicieron añicos. Ahora se dio cuenta de que el altar no era una simple construcción, sino una entidad viviente forjada a partir de la fusión de los cuatro cráneos diabólicos, el cuerpo de la tortuga y este misterioso huevo.

Sí, era un huevo. Esas venas no eran runas inscritas, sino líneas naturales creadas por su fuerza vital. Ni siquiera el mayor maestro de formación podría replicar esas líneas. Por lo tanto, Long Chen pudo decir que era el huevo de una forma de vida desconocida.

NINE STAR HEGEMON BODY ART #17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora