Travis creyó adecuado colocar los anillos en el cojín de una buena vez e indicarle a su hijo que es lo que debía hacer, han estado ensayando demasiadas veces con anterioridad, así que confiaba en que sus hijos iban a hacer su trabajo lo mejor que pudieran.
—Ya falta poco, voy a ponerlos aquí, ¿Sí?, debes tener cuidado, no se deben caer, no deben salir de este cojín, ¿De acuerdo? — Travis le decía a su hijo.
Charles lo estaba mirando, procesando todo lo que su padre le decía.
Taylor llegó con su madre y hermano, que se hallaban en un pequeño salón de preparación, observó cómo es que Austin se encontraba completamente listo, ese sujeto tan alto vestido elegantemente y fresco para el clima y la ocasión, Andrea lo miraba orgullosa, a su madre le tocaba entregar a su hijo en el altar, lo cual debía ser un momento especial.
—¿Listos? — la rubia les preguntó acercándose a ellos.
—Sí, ya lo estamos, ¿Se encuentra todo bien allá afuera? — Austin necesitaba saber, quería tener la seguridad de que las cosas se mantenían en orden para no pensar en tonterías o que algo pudiera salir mal, confiaba mucho en su organizadora de bodas, Anna se veía profesional, ya solo le quedaba averiguar si sus sobrinos estaban de buenas, no iba a culparlos si no salían exactamente y cumplían con su papel de "niña de las flores y quien lleva los anillos" porque entendía perfectamente la edad de sus sobrinos, pero ansiaba que se comportaran de manera adecuada solo para ese instante.
—Sí, Travis se quedó con los niños, me dijo que se haría cargo— mencionó Taylor tranquila.
—Entonces, debo ir a ver— Andrea dijo lo más relajada posible y sin que sonara como alguien que quiere supervisar, sin embargo, siendo la boda de su hijo, necesitaba darse esa pequeña seguridad, solo para no estar tan ansiosa.
—Mamá— Taylor cruzó los brazos. —Espero realmente que tus intenciones no sean las que creo—
—No, no, Tay, tan solo quiero asegurarme de que todo salga bien, no quiero que te molestes— trataba de mantenerse al margen, pero la verdad es que se le estaba complicando.
—Travis tendrá todo bajo control, no necesito ahora mismo que lo hagas sentir mal, te pido solo ese favor— le advirtió a su madre, no era el lugar ni el momento para hablar de eso, tampoco para pelear, no obstante, tenía que dejarle claro a su mamá esos detalles.
Andrea se sintió algo rara al oír "sentir mal", era cierto, estuvo incomodando a Travis varias veces. —Tay, igual voy a ir, no te molestes, simplemente quiero ver como va todo, ¿Puedo hacer eso? — no quería enojarse, pero se estaba molestando.
—Puedes— dijo pacientemente.
—Bien, te veo allá Austin— la señora Swift salió.
—Tay, de verdad no es el día para este tipo de cosas— su hermano le dijo, él se sintió tenso ante la conversación que ni siquiera fue larga.
—Lo siento— la rubia se acarició el vientre a modo de autorrelajación. —Es solo que... Me gustaría que comprendieras lo terrible que es que juzguen a tu pareja sin saber el contexto de modo correcto o... simplemente inventarte un sinfín de ideas raras, no sé... Olvida todo esto que te estoy diciendo, que tonta, es tu día especial, no vamos a arruinarlo con esto, ¿Ya se encuentra listo mi hermanito bebé? — le apretó las mejillas.
—¡Taylor! — dijo riendo. —No seas rara por favor, esas toqueteadas guárdalas para Travis—
—Es que Austin— ya iba a llorar, le daba sentimiento que su hermano se casaría por fin.
ESTÁS LEYENDO
Eres mi juego final
Hayran KurguTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...