Capítulo 03 ~ Indecisa

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Maxi corrió hacia Anette, que miraba al gato con ojos sombríos.

La chica enarcó una ceja castaña oscura y miró a Maxi.

— ¿Es para el experimento de hoy?

— ¡N-No! Es mío.

Atónita, Maxi se apresuró a tomar a Roy en brazos.

La cara redonda de Anette se arrugó en una mueca.

— Ahora mira, Max. Aunque los magos mayores estén demasiado ocupados con sus Exámenes de Avance para supervisar el taller, no es una invitación abierta para traer a tu mascota.

— P-Por favor, déjalo estar aquí sólo esta vez. El pestillo de mi ventana se dañó... así que no pude dejarlo solo en mi habitación. Ya se escapó esta mañana y desordenó el trabajo de Miriam...

— ¿De Miriam? — dijo Anette bruscamente.

Sus ojos se desviaron de nuevo hacia el gato y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su hosco rostro. Revolvió la cabeza de Roy con una mano grande y callosa y rugió de risa.

— Estoy impresionada, Max. Qué inteligente de tu parte usar a tu familiar para entrometerte en la competencia.

— ¡R-Roy no es mi familiar! Sólo es un gato normal. Y-Y nunca fue mi intención molestar...

— Está bien, está bien. Si tú lo dices.

Anette hizo un guiño conspirativo antes de pasar de largo, marchando sobre sus musculosas piernas. Maxi la siguió con incredulidad. Aunque era bien sabido que los magos no eran los mejores oyentes, los hermanos Godric estaban en su propio nivel.

Con un suspiro, Maxi siguió a Anette hasta el taller común. Era un espacio utilizado principalmente por los novicios de la Sala Nome. Dentro, lo primero que vio fue el enorme horno escupiendo llamas. Los hermanos Godric estaban ocupados echando carbón y leña en el conducto. Un hombre, bastante alto para ser de la tribu Umri, trabajaba enérgicamente en los fuelles que había bajo la estructura. Junto al horno, otros cuatro novicios de baja estatura martilleaban una plancha de acero. Todos parecían estar trabajando en un dispositivo mágico.

Maxi se cubrió la cabeza con la capucha para protegerse del calor sofocante y buscó un rincón relativamente tranquilo. Dejó su bolsa sobre un viejo escritorio junto a la ventana y bajó a Roy con cuidado hasta el suelo. El gato se arrastró bajo el escritorio y se hizo un ovillo, escapando de aquel lugar aterrador y desconocido.

Después de acariciar el lomo del gato con mano reconfortante, Maxi sacó los borradores de las runas mágicas que había organizado la noche anterior. Los gemelos Godric dejaron rápidamente lo que estaban haciendo y se acercaron corriendo.

— ¿Son éstas las runas que presentarás en la competición? — preguntó Dean Godric con ávido interés.

— Déjame echar un vistazo — dijo Alec Godric, extendiendo una mano regordeta y cubierta de hollín —. Lo revisaré por ti.

Maxi retrocedió apresuradamente.

— ¡L-Lávate las manos primero!

— Ah, nobles, siempre molestando por las cosas más tontas.

Arrugando los labios, Alec se limpió las manos en su mugriento delantal y le arrebató los borradores de las manos. Maxi chilló. Los hermanos Godric hojearon su presentación, sin que pareciera importarles las huellas de hollín que dejaban en los bordes del pergamino.

— La reputación de Nome Hall depende del resultado de esta competición. Si presentas hechizos endebles, me opondré a tu participación. ¡Tenemos que poner a esos bastardos de Kabala en su lugar de una vez por todas!

Debajo del Roble ~ Libro 07 [Temporada dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora