Capítulo 19

21 6 3
                                    

Él mismo casi no se creía estar despierto tan pronto, pero le era casi imposible conciliar el sueño teniendo al lado a Jackson. Estaba con los ojos entreabiertos mirándolo como dormía. Pocas veces había podido verlo. Era exagerado lo que le gustaba ese hombre. Respiraba con lentitud, relajado, boca arriba. Todo él estaba en calma.

Mark sonrió levemente. Acercó su rostro para poder acercarse más a él, respirar su aroma, tocar su piel... De pronto, un estruendo lo sobresaltó. Jackson abrió los ojos y como auto-reflejo llevó su mano a la mesilla de al lado. Golpeó su despertador que calló al instante. Volvió a tumbarse y se frotó los ojos. Cuando los volvió a abrir, se giró viendo a Mark con los ojos cerrados. Sonrió aliviado de ver que lo que ocurrió anoche no fue ningún sueño, y que Mark aún estaba en su cama. Jackson se incorporó un poco para verlo mejor. Con lentitud llevó su mano a su espalda y la agitó levemente.

—Mark... —le susurró. El castaño fingió desperezarse y abrió los ojos con parsimonia. Cuando los tuvo totalmente abiertos, miró a Jackson. —Tengo que ir al trabajo, pero puedes quedarte aquí durmiendo si quieres. —le dijo el rubio con amabilidad.

Mark dejó escapar un gesto de disgusto.

—¿Tienes que ir? —preguntó.

—¿Por qué? —quiso saber Jackson.

Mark dejó salir de sus labios una pequeña sonrisa. Se dio la vuelta para quedarse boca arriba. Pasó sus dedos por el pecho de Jackson lentamente.

—Porque podríamos quedarnos aquí los dos un poco más.

El rubio no pudo evitar sonreír ante la idea.

—¿No tienes sueño? —preguntó con una ceja alzada.

—Ahora que me has despertado no. —respondió Mark. A Jackson le valió como respuesta. Fue a acercar su rostro al de Mark, cuando escuchó una de esas atronadoras músicas de guitarras. Jackson se apartó y Mark ladeó los ojos. —Seguro que es Mingyu molestando.

—¿Quieres que le corte por ti? —le propuso Jackson ya poniéndose en pie para buscar entre las ropas de Mark. Agarró el móvil y miró la pantalla. Su expresión cambió enseguida. Con desagrado, tiró el móvil sin colgarlo a la cama para que Mark lo tomara. —Es tu Alex. —soltó Jackson con enfado de pronto en la voz. Mark se incorporó y miró el móvil. Alex solía llamarle por las mañana para saber cómo estaba. Se le había olvidado completamente. —¿No vas a atender? —inquirió Jackson.

—Le llamaré más tarde. —dijo Mark silenciándolo y dejando el móvil en la mesilla.

—No tienes por qué hacerlo. Es tu novio. —dijo con asco en la voz.

—Ya te he dicho que le llamaré más tarde. —insistió Mark queriendo dejar ya aquella conversación para tener a Jackson de nuevo en la cama.

Pero para disgusto suyo, Jackson compuso una mueca, entre indiferente y furiosa, y se dirigió a su vestidor.

—Tengo que ir al trabajo. —dijo con sequedad.

Mark alzó ambas cejas al tiempo que lo miraba exasperado.

—¿Por qué mierda te enojas? —exigió saber.

—No me enojo, sé perfectamente lo que hay. —contestó Jackson agarrando una de sus camisas y una corbata, y las dejó sobre la cama. —Él es tu novio y yo soy... ¿Qué? ¿Tu amante? ¿Tu aventura de una noche? —inquirió con evidente molestia y retintín en la voz.

—¿Y yo qué soy? —exigió saber Mark. —¿Tu vicio escondido de tu novia de pega y de los medios?

Jackson se encogió de hombros con una dolorosa indiferencia para Mark.

Sólo tres deseos - 爱 // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora