Desbloqueaba el móvil cada diez segundos para
ver si los numeritos del reloj habían cambiado.
Solo faltaban quince minutos para acabar la
clase. Pasarían rápido. O de eso me quería
convencer.Lucas ha tenido que darme un par de codazos
disimulados a lo largo de la mañana porque
no podía mantenerme apenas despierta
del sueño que tenía. Es que puede –y solo
puede– que anoche tratara de quedarme
despierta esperando a Rus a pesar de haberme
despedido de ella.Y puede –y solo puede – que cuando llegó, ese
beso que me iba a dar terminará convirtiéndose
en algunos más. Muchos más.Y puede –y solo puede – que si Rus no se
hubiese puesto en modo responsable hubiesen
terminado pasando cositas.La conclusión es que entre una cosa y la otra
me fui a dormir tarde. Y, por si fuera poco,
también me costó conciliar el sueño porque el
olor de Rus se había quedado impregnado en
la almohada y, a pesar de haberse ido a su
habitación, daba la sensación de que seguía
tumbada a mi lado.Volví a mirar la hora una vez más. Cinco minutos.
Froté mis ojos con cansancio y puse mi mano
bajo mi barbilla en forma de apoyo. Cuando el
profesor comenzó a recoger sus cosas y a dar
por finalizada la clase no me lo podía creer.
Me desperecé en mi silla sin ningún disimulo
en cuanto salió del aula.–¿Te vienes a comer? –preguntó Lucas
guardando algunos folios en su carpeta.–¿Con quién?
–Conmigo, ¿o no soy suficiente para ti?
–Por supuesto que lo eres.
Le revolví el pelo y protestó volviendo a peinarse.
Salimos de la facultad debatiendo dónde comer.
No queríamos alejarnos mucho ya que después
iríamos a la biblioteca un rato a fingir ser
medianamente responsables.Finalmente, el sitio ganador fue un local de comida rápida que estaba a la vuelta de la esquina.
Caminamos en esa dirección hasta que nos
tuvimos que parar porque Lucas se había
encontrado con un amigo. Se saludaron chocando
las manos y dando un par de golpecitos en el
brazo del otro.Miré al chico con atención. Su cara me resultaba
muy familiar , pero no podía recordar por qué.Era un poco más alto que Lucas —así que era
muy alto –, con el pelo negro y ojos marrones.
Llevaba puesta una chaqueta deportiva que
le quedaba bastante apretada debido a la
anchura de sus músculos.Espera.
No puede ser.
El idiota musculoso. Ese que estuvo con Rus
en aquella fiesta.Era mucho más musculoso de cerca.
–Chiara, te presento a Omar.
Ambos chicos me miraron y yo me esforcé por
sacar mi mejor sonrisa.–Hola –levanté la mano para saludar, pero el
tal Omar se acercó dándome dos besos.–Encantado, cariño.
–¿Qué haces por aquí? –le preguntó Lucas.
–Tenía la última hora libre y he venido apreciar
las vistas de esta facultad, ya me entiendes –le
guiño un ojo a Lucas para que entendiera la
referencia, cosa que hizo porque se rio.No como yo, que no entendí nada.
–Nosotros íbamos a comer, ¿te apetece unirte?
–Oye, pues si a Chiara no le importa.
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Inevitable - ruski
FanfictionChiara va a comenzar la universidad y para ello ha decidido compartir piso. Tendrá que conocer a sus nuevos compañeros y lidiar con algo completamente nuevo; estar lejos de su familia y de su pareja. Lo que Chiara no sabe, es que cierta persona con...