One shot.

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Era una noche tranquila, una noche lluviosa como cualquier otra, dónde las nubes oscuras se ciernen sobre el cielo, tapando la luz de la luna.

Actualmente todos estaban dormidos, bueno, se supone que todos estaban dormidos, excepto por una pareja, siendo una mujer y un hombre joven, los cuales estaban sentados cerca de una fogata, con la mujer abrazando al hombre joven de manera posesiva, sin querer dejarlo ir.

La larga melena oscura de la mujer rodeaba tanto su cuerpo como el del individuo que estaba abrazando, dandole pequeños besos y mordidas al cuello del hombre que solo podía dar pequeños jadeos.

La mujer, era nada más y nada menos que, Lady Black Hat, considerada la villana más poderosa de todos los tiempos, siendo ella una mujer fría y distante con todos los demás, sin hacer ningún tipo de excepción, bueno eso es al menos que, seas un científico en particular.

El hombre joven no era otro que, Kenning Flugsly, un científico loco, el cual estaba siendo besado y mordisqueado por la mujer más grande, quien parecía no querer soltarlo.

Flug: Jefecita, nece-necesito ir a trabajar, pu-puede dejarme ir? - serían las palabras del científico, quien seguía dando pequeños jadeos, sintiendo como el abrazo de la mujer se volvía más fuerte y posesivo-

Lady Hat: Cállate, ¿Quieres? - seria la respuesta seca de la mujer, mientras seguía besando y mordisqueando el cuello del chico, su larga lengua verde aveces salía para lamer el cuello y oreja del hombre joven, sin importarle lo que le provocaba, solo queriendo tenerlo cerca de ella-

Lady Hat: Eres mío, ¿Lo sabes verdad? - Pregunta repentinamente la mujer, mientras sus manos vagan por el cuerpo delgado y maltrecho del hombre joven, quien solo dió un pequeño suspiro, viendo con miedo y nerviosismo a la mujer quien lo miraba expectante esperando su respuesta-

Flug: S-si jefecita, lo sé muy bien - seria su respuesta, mientras la mujer da una amplia sonrisa, mordiendo repentinamente el cuello del chico con fuerza, sacándole un jadeo de dolor, Pero a ella no le importó, saboreando la sangre y piel de flug, quien simplemente no podía hacer nada, sabiendo que, si se negaba a lo que sea que ella le pida, es una muerte casi segura-

Los ojos del muchacho se mueven por todo su entorno, estando demasiado nervioso y asustado, el comportamiento de su jefa simplemente no era normal, desde hace unos meses ella había cambiado de repente, su actitud hacia a el era más neutral y silenciosa, Pero por las noches, ella siempre lo obligaba a madrugar, y para que?, solo para darle besos y mordidas en su cuello, diciéndole siempre al científico que el le pertenece a ella, muy en el fondo, el científico no sabía si era un juego de ella o realmente se sentía atraída al hombre que ella misma por tanto tiempo había atormentado y tratarlo mal?, no lo sabía, lo que si sabía, era que durante esos meses,siempre en la noche llovía, no sabía exactamente la razón del porque, Pero lo que si estaba seguro, era que ella lo provocaba.

Cada noche, donde ella lo reclama una y otra vez, siempre se ponía a llover, como si la tierra sintiera los sentimientos de la mujer, sabiendo que eran de mal augurio.

De repente los labios de la mujer reclaman los de el, metiendo su lengua dentro de la boca del científico, saboreando su saliva con mucho gusto, mordiéndole el labio inferior al chico más joven, quien se encontraba completamente sonrojado y nervioso, retorciéndose bajo el toque posesivo y dominante de la mujer, quien parecía no querer soltarlo por nada del mundo.

Las últimas palabras que Flug escuchó antes de quedarse dormido fueron.

¡Eres mío para siempre y por siempre!

Para después todo quedar en negro, viéndose como la mujer dejaba que el joven durmiera encima de ella, viendolo con una sonrisa oscura y posesiva sus ojos brillando en la oscuridad, antes de que todo quedara en negro, sin luz, sin nada.





















Fin del one shot.

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