Después de varias semanas, Valeria comenzó a notar algo extraño. Aunque ambos chicos parecían genuinamente interesados en ella, había momentos en los que sus comportamientos resultaban sospechosos. A veces, cuando estaba con Alejandro, veía a Sebastián observándolos desde lejos, como si estuviera evaluando la situación. Y cuando salía con Sebastián, sentía que Alejandro no estaba muy lejos, siempre vigilante.Una tarde, después de salir de clases, Valeria escuchó una conversación en el vestuario de los chicos. Estaba sola en un pasillo cercano cuando reconoció las voces de Alejandro y Sebastián. Al principio, pensó en seguir su camino, pero algo en el tono de la conversación la detuvo.
—No puedo creer que sigas con esto, Sebastián. Ya me debes una cena por la última apuesta. —dijo Alejandro, riendo.
—Tranquilo, hermano. Aún no se acaba el juego. Todavía no ha decidido entre nosotros —respondió Sebastián con una sonrisa.
Valeria sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. El "juego". ¿Era eso lo que ella significaba para ellos? Una simple apuesta.
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El juego del corazón
RomancePrólogo A veces, la vida universitaria puede parecer una película, llena de personajes memorables y giros inesperados. Para Valeria, una chica introvertida y amante de los libros, su mundo giraba en torno a sus estudios de física cuántica y las tard...