Max

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Mi primer año de universidad terminó con una fiesta, descubriendo mi bisexualidad. A la mañana siguiente, después de despedir a mi padre, mis amigos y yo nos reunimos en nuestro lugar habitual para desayunar, sin saber cómo afrontar lo que había pasado la noche anterior. Ninguno quería ser el primero en mencionarlo, y el aire entre nosotros estaba cargado de incomodidad.

— ¡Está bien, como nadie va a hablar empezaré yo! — Dijo Bobby, con una actitud decidida que rara vez veía en él. Mientras tanto, PJ y yo evitábamos mirarnos, demasiado avergonzados por lo sucedido. — A pesar de lo que nos contaste ayer Max. Quiero decir que te acepto tal y como eres... — Al escuchar esas palabras, sentí una mezcla de alivio y sorpresa. Sabía que Bobby era liberal, pero no tenía idea de cómo reaccionaría. Estaba a punto de darle las gracias cuando... — ¡Además ya que andamos gritando verdades yo soy un adicto al queso! — Y ahí estaba el mismo Bobby de siempre, incapaz de mantener la seriedad por mucho tiempo.

PJ y yo no pudimos contener la risa. Era justo lo que necesitábamos, una válvula de escape para la tensión que nos había estado asfixiando desde la noche anterior. Bobby, con su manera única de hacer las cosas, había logrado aligerar el ambiente y por un momento, todo parecía más fácil.

— Yo también quiero decirte que eres muy valiente. — PJ habló con sinceridad, lo que no era raro en él. Siempre había sido como un hermano para mí. Pero sabía que como buen hermano, sus palabras no solo eran de apoyo, sino que también contenían una duda que no estaba dispuesto a dejar pasar. — Pero, hay algo que me da vueltas a la cabeza y es... — Sabía lo que venía, pero no estaba preparado para escucharlo en voz alta. — ¿Cómo es que, después de relacionarte con chicas en el pasado, ahora terminaste besándote con un chico en la fiesta?

Esa pregunta me había estado atormentando desde la mañana. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Mi mente se llenó de recuerdos confusos de la noche anterior y de todas las veces que había sentido atracción por ambos géneros, pero nunca me atreví a cuestionarlo demasiado. Ahora, aquí estaba, enfrentándome a la realidad sabiendo que no podía seguir ignorándolo.

Antes de que pudiera responder, vi a Beret acercándose a nuestra mesa. Su presencia siempre traía consigo una mezcla de alivio e incomodidad, ya que tenía la habilidad de desentrañar nuestros secretos más profundos sin mucho esfuerzo.

— Hola chicos. Pensé que se estaban escondiendo de mí, ya que desde ayer PJ anda distraído. — Beret saludó, besando a PJ en la mejilla mientras él no dejaba de mirarme, como si esperara que yo tomara la palabra. Ella al notarlo dirigió en seguida su mirada en mí arqueando sus cejas y moviendo sus ojos en dirección a PJ, queriendo que diera una explicación del comportamiento de este, pero sin respuesta alguna. — ¿Alguien va a decirme qué está pasando?

Bobby, siendo Bobby, decidió lanzarse sin pensar demasiado en las consecuencias. — Beret, tú que lo sabes todo… — Empezo hablar Bobby por el grupo, sin embargo tanto PJ como yo nos sorprendimos de la estupidez que iba a cometer Booby. — Me preguntaba, un chico besar a otro chico, pero ese mismo chico ya a tenido encuentros con chicas. — De solo escuchar a Bobby, del como trataba de formular su pregunta empezaba a avergonzarme, mis mejillas se volvían rojas, mi cuerpo empezaba a sudar y empezaba a arrancarme los labios. — ¿Cómo es posible eso?

Al escucharlo, quise desaparecer bajo la mesa. Sentí como mi rostro se ponía rojo y el sudor empezaba a empapar mi cuerpo. Mis labios temblaban mientras me los mordía nerviosamente. PJ miraba por todos lados para escapar de ese momento tan vergonzoso, Beret formulaba en su cabeza lo que habia escuchado salir de la boca de Bobby. El silencio se apoderó de la mesa, hasta que finalmente Beret rompió a reír mirándonos a los tres.

— ¿No me digan que por eso están así desde ayer? — Dijo, aún riéndose de nosotros. — Chicos, no los juzgo por no saber de orientación sexual.

— ¿Orientación sexual? — dijimos los tres al unísono, confundidos.

— La orientación sexual es la atracción, emocional, romántica o sexual que sientes hacia otra persona.

Beret explicó como si fuera lo más sencillo del mundo, sin embargo para mí era como darle solución a diferentes situaciones de mi pasado que me habían marcado por una confusión hasta el día de hoy.

— Por ejemplo, PJ es heterosexual. Siente atracción hacia personas del sexo opuesto, es decir, hacia mujeres. Y respondiendo tu pregunta Bobby... — Dijo Beret enfatizando de manera que todos la escucharamos. — Ese chico que mencionaste es Bisexual, es decir siente atracción hacia ambos géneros, hombre y mujer. — Al terminar de hablar Beret dirijo su mirada en mí y continuo hablando. — Por ejemplo este Max es bisexual.

Mi cabeza daba vueltas. Las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar, pero al mismo tiempo, sentía una oleada de vergüenza y ansiedad. ¿Cómo podía estar tan expuesto? ¿Por qué Beret sabía más sobre mí que yo mismo? — ¡¿Se lo contaste?! — le grité a PJ, tratando de disimular mi creciente desesperación.

— ¡Viejo sabes que no te haría eso! — respondió PJ, igualmente desconcertado.

— Está bien, chicos cálmense. — Decía Bobby como intermediario.

Beret alzó las manos en señal de paz. — Tranquilos, chicos. PJ no me dijo nada. Yo ya lo sabía. Era obvio.

Al escuchar todos el comentario de Beret nos quedamos en silencio, incrédulos. — ¿Obvio? — pregunté, incapaz de comprender cómo ella había llegado a esa conclusión.

— Me di cuenta cuando tuviste tu primer acercamiento con Bradley. — soltó, sonriendo dándose cuenta que ni siquiera yo lo había notado.

El mundo pareció detenerse por un segundo. ¿Bradley? ¿Cómo era posible que ese idiota hubiera tenido algo que ver con todo esto? — ¿En serio, Beret? De todas las personas que hay en la universidad, ¿Bradley? — dije, frustrado y con una sensación de derrota.

— Claro. — Beret confirmó con una sonrisa sarcástica. — Y hablando de Bradley... ¿Sabías que él también estaba interesado en ti?

Mi corazón dio un vuelco al escuchar eso. No quería que fuera cierto, pero había algo en la forma en que lo decía que me hacía dudar. El beso de la fiesta no había sido solo un accidente.

PJ no tardó en juntar las piezas, entendiendo porque no les dije con quién me había besado. — ¿Te besaste con Bradley? — me preguntó, incrédulo.

No respondí. Solo cerré los ojos, incómodo por la dirección que había tomado la conversación.

— Huevos. — comentó Bobby, impresionado.

Y ahí estaba de nuevo la incomodidad. Pero también, una sensación extraña de alivio. Quizás, solo quizás, las cosas no eran tan complicadas como parecían.

Porque Somos Nosotros | 𝑴𝒂𝒙 × 𝑩𝒓𝒂𝒅𝒍𝒆𝒚 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora