Imperfecto Amor [PAUSADA TEMPORALMENTE]

CAPITULO 14

CAPITULO 14
ESTO ES SOLO SEXO
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DIAMANTE
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Mi maldito amigo me estaba reclamando.
Aún sentía la maldita verga dándome palpitaciones, me dolía, y también dolía admitir que deseaba aún más. Masturbarme enfrente de Serenity no era lo que yo deseaba. Solo quería enterrarme dentro de ella, ser yo quien estuviera en su coño, y no ese estúpido pene de plástico.

Con fuerza apreté la manija, y antes de cerrarla por completo eché un vistazo detrás de mi. Serenity no me estaba mirando, en su lugar se había ido a la sala tomando esos malditos juguetes.

—Creo que los voy a necesitar otra vez —Murmuró con una enorme sonrisa.

»» Otra vez unos viles aparatos serán tu remplazo. Eso sí que debe doler en tu ego ««

Cállate estúpida consciencia.

—Carajo —maldije tomando mi autocontrol y marcharme de aquí antes de arrepentirme.

Demasiado tarde.

Talvez conectar cabeza y cuerpo a veces no servía de nada. Porque una parte de mi razonamiento me gritaba a que saliera de aquí, alejar a Serenity de mi mundo, pero mi cuerpo me decía lo contrario. La deseaba. Deseaba poder sentir su cuerpo cálido contra él mío, la deseaba de mil maneras posibles, y la deseaba siendo mía.

Sin pensarlo abrí la puerta cerrándola detrás de mí con un fuerte golpe. Serenity ni siquiera se inmutó en voltear, más bien ella tenía en mente regresar a su habitación y utilizar esas cosas como mi remplazo.

Ja, eso no iba a pasar.

Sin pensarlo me incliné tomando su cuerpo entre mis brazos y llevarla hacia la única habitación en el pasillo.

—¿Pero que…? ¿Qué estas haciendo? —sus ojos mostraron sorpresa—. ¡Bájame! Creí que te habías ido

La miré, la maldita mujer aún tenía esos estúpidos aparatos sobre sus manos.
Remplazo.
Mi maldito remplazo.
Yo no soy reemplazable. Soy único.

Dentro de mi cabeza escuché una enorme carcajada.

Estaré demente a partir de ahora por escuchar semejante estupidez.

La habitación de Serenity no era como lo imaginé. La mujer entre mis brazos a veces suele tener unas expectativas que me decepcionan y a la vez me sorprende.
Creí que su habitación sería demasiado exótico, colorido como lo es ella, pero no es así.
Una alfombra negra forma parte de la mitad de la habitación, junto con un sofá circular, de mi lado izquierdo había un librero repleto de libros, seguramente eran sexuales como el tipo de libros que ella escribe. Todo aquí pareciera ser solo blanco y negro, no había otro color.

Arrojé a Serenity hacia la cama, el rebote hizo que ella gritara.
Sin pensarlo, tomé esos aparatos y los lancé hacia el otro lado de la habitación.