Después de las respuestas de Jaziel, Julianne quedó impactada. Le costó tranquilizarse, pero sabía que había tiempo para procesar todo lo que había escuchado.
Horas más tarde, cuando ya eran las 12 pm, Julianne hizo espacio en la camilla del hospital y le dijo a Jaziel que se acostara con ella. Jaziel no tuvo ningún problema en acostarse al lado de su madre y se recostó en su pecho.
Sin darse cuenta, el cuerpo de Jaziel soltó un olor que atrajo mucho a Julianne. Ese olor la hizo estar mucho más cerca de su hijo y comenzó a acariciarlo. En poco tiempo, Jaziel quedó dormido en los brazos de su madre, sin saber si el olor de su cuerpo le traería problemas en el futuro.
Al día siguiente, Jaziel se despertó y vio el rostro de su madre cerca suyo. Inhaló el olor corporal que emanaba de ella y se sintió relajado. Alcanzó a ver sus grandes pechos y las tetillas rosadas de su madre, y tragó con nerviosismo. Se dijo en su mente que era su madre, y que no podía pensar en eso.
Poco después, Julianne se despertó y le dijo: "Buenos días, hijo. ¿Cómo amaneciste?"
Jaziel se sonrojó ligeramente y respondió: "Bien, mamá. ¿Y tú?"
Julianne sonrió y le acarició el cabello. "Bien también, hijo. ¿Quieres desayunar algo?"
Jaziel asintió y Julianne llamó a una enfermera para que les trajera algo de desayunar. Mientras esperaban, Jaziel no podía dejar de pensar en el olor que había salido de su cuerpo y en la reacción de su madre. Se preguntaba si eso significaba algo, pero no sabía qué.
Mientras desayunaban, Julianne no podía dejar de mirar a su hijo. Se sentía tan agradecida de tenerlo de vuelta, y tan confundida por todo lo que había pasado.
Jaziel, por su parte, se sentía cómodo con su madre. Se sentía seguro en sus brazos, y disfrutaba de su calor y su olor.
Después de desayunar, Julianne se acercó a Jaziel y lo abrazó fuerte. "Te amo, hijo", le susurró al oído.
Jaziel se sonrojó y la abrazó también. "Te amo, mamá", le respondió.
Julianne se separó un poco y miró a Jaziel a los ojos. "Nunca te dejaré ir de nuevo", le prometió.
Jaziel sonrió y la besó en la mejilla. "No te preocupes, mamá. Estoy aquí para quedarme".
Julianne sonrió también y lo besó en la frente. "Eso espero, hijo".
En ese momento, Julianne se dio cuenta de que Jaziel había crecido mucho en un día. Ya no era el bebé que había perdido, sino un niño de 2 años.
Y Jaziel, por su parte, se sentía atraído por su madre de una manera que no podía explicar. Se sentía seguro con ella, y disfrutaba de su cercanía.
Pero ambos sabían que no podían dejar que sus sentimientos los llevaran a algo que no debía ser. Jaziel era el hijo de Julianne, y un niño pequeño todavía y ella era su madre. Nada más.
O al menos, eso era lo que se decían a sí mismos.
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Hollywood Apocalypse
AcakSoy Jaziel Caim Paimon, y recuerdo ese día como si fuera ayer, el año 2028, cuando mi mundo se derrumbó. Vi morir a mi familia, a mis seres queridos, en medio de la guerra que azotaba el planeta. La extraña energía que apareció en 2026 había desenca...