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[La parte 7, les adelanto, es gogogo, pero me dió bloqueo creativo, ya ando leyendo manhwas para desarrollar la escena, que sí será largo jajs. Se los debo.]

Jaekyung y Dan, después de un encuentro sexual intenso y lleno de sentimientos sin nombre, decidieron pasar el resto del día en casa, disfrutando de unas películas, y por ahora, ambos estaban viendo una película del siglo pasado, las que le gustaban a Jaekyung. La sala de la casa del peleador estaba a media luz, solo iluminado por el brillo tenue de la pantalla, y el sonido de los diálogos en blanco y negro llenaba el espacio. Un bol con palomitas se encontraba entre ellos, y ambos estaban cómodamente sentados en el sofá.

Jaekyung, como de costumbre cuando estaba en casa, cuando no tenía ganas de andar sin camiseta por su casa, llevaba una camiseta sin mangas, esta vez de color negro. Dan, sentado a su lado, no podía evitar notar cómo esa camiseta resaltaba la musculatura de los brazos de Jaekyung.

Había algo en la manera en que el negro contrastaba con su piel, haciendo que sus brazos parecieran aún más definidos y fuertes. A Dan le gustaba cómo se sentían esos brazos cuando lo abrazaban, fuertes y protectores, aunque solo admitía eso en lo más profundo de su mente. Y como lo sostenían solo provocaban que mil y un escenarios donde terminaban intimando pasaban por su mente

Dan intentaba concentrarse en la película, pero sus ojos se desviaban de vez en cuando hacia el hombro de Jaekyung. Aunque la cicatriz estaba en parte cubierta por el tatuaje de un dragón que se extendía desde su hombro hasta el brazo, Dan sabía que estaba ahí. La curiosidad por la historia detrás de esa cicatriz lo consumía, pero no se atrevía a preguntar, por ahora no le incumbía. En su lugar, solo miraba de reojo, sintiendo un pequeño nudo en el estómago cada vez que sus pensamientos derivaban hacia lo que Jaekyung podría haber pasado para obtener esa marca.

— ¿Puedo ser honesto, Jaekyung? — dijo Dan, mirando la pelicula, sin darse cuenta que se había inclinado ligeramente hacia él, su cabeza estaba casi apoyada en el hombro de Jaekyung.

— Adelante...

— Al principio, nunca pensé que serías de las personas que disfrutan este tipo de películas...

— ¿De verdad?

— Sí... Pensé que serías de gustos más... Rudos, tipo peleas, de terror, acción, guerra... De ese tipo

— Un contraste raro... No siempre sento esta fachada de rudo Kim Dan, en casa es cuanto me siento más yo... — dijo Jaekyung, quien movió su brazo, y antes de que Dan pudiera reaccionar, lo pasó detrás de él, pegándolo suavemente a su costado. Dan sintió cómo el brazo de Jaekyung rodeaba sus hombros, un gesto casual que, para Dan, era suficiente para disparar una avalancha de nervios — Irónico que me gusten películas así y muela a golpes a gente en el ring... Extraño estar ahí...

— Tranquilo... Todo a su tiempo, Jaekyung — dijo Dan, quien hacía su mejor esfuerzo para calmarse, estaba tan cerca de Jaekyung que podía sentir el calor de su cuerpo.

Su corazón comenzó a latir más rápido, y aunque trató de mantenerse calmado, su mente estaba en un caos. Sentir el peso del brazo de Jaekyung alrededor de él, la proximidad de sus cuerpos, y la tranquilidad con la que Jaekyung lo mantenía cerca, lo hizo sentir una mezcla de emociones. Dan miró de reojo a Jaekyung, quien parecía concentrado en la película, como si el gesto fuera lo más natural del mundo.

Pero para Dan, no lo era. No estaba acostumbrado a este tipo de intimidad, y aunque era algo que deseaba, también lo ponía increíblemente nervioso.

Sentía que cada movimiento suyo, por más pequeño que fuera, podría delatar lo rápido que estaba latiendo su corazón o lo mucho que le afectaba estar tan cerca de Jaekyung.

Tragó saliva, tratando de calmarse, pero sentía que cada segundo que pasaba se volvía más consciente de la presencia de Jaekyung a su lado, del calor que emanaba su cuerpo, y de lo cerca que estaban. Finalmente, decidió tomar un puñado de palomitas, comiendo una por una para intentar distraerse, pero era inútil. El simple hecho de estar así, tan juntos, era suficiente para que toda su atención se concentrara en Jaekyung.

Jaekyung miró de reojo lo que Dan hacía, y por la mera malicia de querer molestarlo, al momento en el que la mano del fisioterapeuta, se acercó con cuidado de no lastimar su hombro, y con sus dientes tomó la palomita.

— Oye — dijo Dan.

— ¿La quieres? Tómala con tu boca...

— Ehm... Mejor así, cómetela.

Jaekyung no pudo evitar soltar una risa, y en un momento rápido, hizo volar la palomita y cayó en su boca, masticándola... le gustaba ver esa cara de Dan, se le hacía adorable.

Mientras Dan intentaba concentrarse en la película, Jaekyung, quien había notado su nerviosismo, esbozó una pequeña sonrisa.

No dijo nada, solo lo mantuvo cerca, disfrutando del momento, sabiendo que poco a poco, Dan se iría acostumbrando a estos pequeños gestos de cariño, primero así, luego sería llenarlo de besos hasta cansarse. Pero por ahora solo era un producto de su imaginación porque para él, esto también era nuevo, pero no le importaba tomar la iniciativa, especialmente cuando significaba que podía sentir a Dan tan cerca de él.

Dan, por su parte, aunque todavía nervioso, decidió relajarse un poco y disfrutar del momento. Después de todo, estar así con Jaekyung, aunque fuera nuevo y un poco aterrador, también se sentía increíblemente bien.

Al día siguiente...

Dan despertó con una sensación cálida. Parpadeó varias veces, tratando de despejar la somnolencia de sus ojos, y se dio cuenta de que seguía en el sofá, pero ahora estaba acostado sobre Jaekyung, su cabeza específicamente encima del pecho/almohada de Jaekyung.

Al parecer, ambos se habían quedado dormidos mientras veían la película, y ahora la luz del amanecer entraba por las ventanas, iluminando suavemente la habitación.

Dan podía percibir el ritmo constante de la respiración del ojigris bajo él, y sin moverse demasiado, dejó que sus pensamientos vagaran hacia la noche de hace unos días, cuando Jaekyung lo había abrazado mientras dormían.

Recordaba cómo se había acurrucado en su pecho, quedando finalmente encima de él. En ese momento, había sentido una inmensa sensación de paz, algo que rara vez experimentaba tan intensamente, y lo experimentaba a un nivel así, por algún motivo, siempre era con él. Era como si el mundo entero se desvaneciera, y todo lo que importara fuera ese abrazo, ese momento de cercanía.

Ahora, esa misma sensación lo envolvía.

Sentía el calor del cuerpo de Jaekyung, la seguridad que emanaba de él, y no podía evitar disfrutar de ese sentimiento. Estar con él, especialmente en estos momentos de intimidad, a menos algo que no llevase a la dirección de una relación de poder y control nuevamente, sentía esta extraña pero agradable sensación de protección. Por el como actuaba en este momento, parecía apuntar que Jaekyung siempre estaría allí para él, dispuesto a ofrecerle ese refugio en sus brazos.

Dan no se movió, no quería romper la magia del momento.

Cerró los ojos nuevamente, permitiéndose disfrutar de la tranquilidad y el confort que sentía estando tan cerca de Jaekyung. Aunque su relación todavía estaba en sus primeras etapas, momentos como este le hacían darse cuenta de cuánto le importaba Jaekyung, y cómo esos pequeños gestos de cariño, como dormir juntos, le llenaban de una paz indescriptible.

Mientras escuchaba el suave latido del corazón de Jaekyung, Dan decidió que no había prisa por levantarse. Este era uno de esos raros instantes en los que todo parecía estar en su lugar, y no quería que terminara tan pronto. Sin embargo, sabía que eventualmente tendrían que enfrentar el día, pero por ahora, estaba más que contento de simplemente estar allí, disfrutando de la protección y el afecto que Jaekyung le brindaba sin reservas.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora