La historia consiste en dónde Luis/papu le tocó el rol de demonio, y Miguel/pana de angel.
Y luis tiene un fuerte amor por Miguel, y ese amor poco a poco se convierte una obsesión.
¿Será que Luis cambie? ¿Y después de tantos errores se de cuenta de...
Estaba afuera de casa, dejé a Miguel solito y pana Miguel junior también, solamente espero que el wey de Miguel no se le ocurra pedir ayuda o algo, por qué si no lo mato, y no es broma >:T
La razón por la que estaba afuera de la papu-casa era porque Alejandro dijo que era algo importante, ya ni hablamos, y ni se cómo consiguió mi número, pero aver, es un cabron de el trabajo en donde consiguen toda la información de uno y rastrear o le sacan el IP así que, bueno ya se cómo tal vez consiguió mi número.
Me mandó la dirección que era un poco lejos de mi House, pero bueno, si tan importante era.
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llegué al tal lugar, era una casa de dos pisos, y de color rojo, bueno tampoco está tan mal, tiene uno de mis colores favoritos.
Abrí la puerta, sin tocar ni nada, porque no le voy a tener ningún respeto a ese hijo de puta.
En cuanto la abrí la puerta, ¿Había una fiesta? Y como cabrones no se escuchaba nada afuera, no mames estos son unos hackers :V
¿Tan importante era el asunto que hicieron una fiesta? No mames. buscaba a Alejandro por los pasillos de la casa, con un montón de ex compañeros de el trabajo, algunos drogándose, otros tomando, unos poquitos besandose con su pareja, y una que estaba asiendo sexo en una habitación, ¿Cómo lo sé? Porque desde afuera se escuchaba.
Abrí una de la habitación, y ahí estaba Alejandro, y otros cuantos de mi ex amigos
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El se veía muy diferente a la última vez que lo ví, pues antes tenía pelo largo, y ahora se lo corto.
— que quieres..-hable seco y serio, pues no quiero ver su estúpida cara sonriente de siempre.
— ahh vamos, ¿Por qué te pones así mi querido amigo favorito?
— yo ya no soy tu amigo.- me cruzaba de brazos.
— ¿Ya en serio?- su sonrisa de dientes colmillados era cada vez más grande.
— si.
— entonces tendras que cumplir la promesa..-me mostraba una tanga roja.
— ¿QUE? ¿¡CUAL PROMESA?!.- me enoje rápidamente, ¿Que mierda? ¿Quieren que me ponga esa cagada?
— ¿No te acuerdas? Dijiste que cuando alguno de los dos quiera romper la amistad, se tendrá que poner una tanga roja.- las pocas personas que estaban allí. Se rieron bajito.
— p-pero...
— nada de peros, si no cumples la promesa, tendrás que hacer algo mucho peor, ¿O acaso quieres que le diga a lo policía lo que haces?
— ¿¡y según tu que hago?!
— abusar de un chiquillo todo flacucho, y con un ojo marrón y otro azul, que horrible, ¿acaso es tu novio? Por qué está bien culero.- en ese instante me congelé, ¿Cómo sabía sobre Miguel? Osea, si se que puede ver mi información, pero yo pensé que solo por internet, ¿Acaso me espía?
