"El amor jamás serán las palabras que decimos, porque todos podemos mentir con el corazón vacío, pero si te fijas en sus acciones y en su mirar te darás cuenta si en verdad te ama."
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Bridget regresó a casa después de una larga jornada de trabajo, sintiéndose cansada pero con la expectativa de relajarse en el cálido ambiente de su hogar. Al abrir la puerta, fue recibida por un aroma delicioso que emanaba de la cocina. Se sorprendió al ver que Aizawa estaba allí, cocinando algo con entusiasmo.
Al entrar en la sala, notó que la mesa estaba decorada con un ramo de flores frescas en el centro. Aizawa había preparado el ambiente con cuidado, y el ramo de flores añadía un toque especial al espacio.
Aizawa, al escuchar la puerta, se giró con una sonrisa amplia cuando vio a Bridget entrar. Su delantal estaba salpicado de un poco de harina, y parecía estar en pleno proceso de preparar la cena.
─¡Hola, Bridget! ─dijo Aizawa, levantando una espátula en señal de saludo─. ¿Cómo te fue en el trabajo?
Bridget, sorprendida y encantada, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla antes de mirar el ramo de flores en la mesa.
─Fue un día largo, pero bien ─señaló Bridget, sonriendo mientras admiraba el ramo─. ¿Qué está pasando aquí?
─Solo quería hacer algo especial para ti ─explicó Aizawa, mirando el ramo con satisfacción─. Preparé una cena especial y pensé que unas flores frescas serían un buen toque.
Bridget se sintió conmovida por el gesto, y sus ojos brillaron al ver la dedicación y el esfuerzo que Aizawa había puesto en hacer la noche especial. Se acercó a la mesa y miró los platos que él había preparado. Había una comida casera, completa con sus platos favoritos.
─Es maravilloso ─dijo Bridget, tocando ligeramente las flores y luego abrazando a Aizawa─. Gracias por hacer esto. Realmente lo aprecio.
Aizawa la abrazó de vuelta, contento de ver lo feliz que estaba. Era un pequeño gesto, pero significaba mucho para él. Sabía que los detalles como estos ayudaban a mantener la chispa en su relación y le daban a cada día un toque especial.
─No es nada ─dijo Aizawa, acariciando su cabello─. Solo quería recordarte cuánto te quiero y lo importante que eres para mí.
Bridget le sonrió con ternura, sintiendo una ola de gratitud y amor. Se sentó en la mesa, y Aizawa sirvió la cena mientras conversaban sobre sus días y compartían risas.
La noche continuó con una conversación animada, un ambiente lleno de cariño y la deliciosa comida que Aizawa había preparado. La sorpresa de Aizawa no solo alegró el día de Bridget, sino que también reforzó el amor y la conexión que compartían, haciendo que la velada fuera aún más memorable.
Durante el transcurso de un año, la relación entre Aizawa y Bridget continuó fortaleciéndose. Su vida cotidiana estaba llena de pequeños momentos significativos y gestos de amor que reflejaban la profunda conexión que habían construido juntos. Aunque enfrentaron desafíos, su compromiso y cariño mutuo les ayudaron a superarlos.
