Ari sintió que ya era muy tarde mientras que Andrés todavía estaba cansado, de un momento a otro ya no podía más.
-Lindo, ¿te sientes bien?- Preguntó Gonzalo algo preocupado.-Si... supongo que es normal, aunque no me gusta este estado para nada.- El menor quien se encontraba acostado en el pecho de su pareja se separó rápidamente tapándose su boca al instante.
Otra vez quería vomitar pero nuevamente lo reprimió, sabía que de cierta manera estaba mal pero lo odiaba, Ari se percató de esto y rápidamente se puso enfrente de él para intentar calmarlo.
-Tranquilo... ¿necesitas agua?- Andrés asintió ya más relajado aún sin quitar su mano pues sentía ardor en su garganta.
Gonzalo rápidamente fue a buscar agua para dársela a su novio, la tomó y suspiró. -Que hice yo para merecer tal cosa.- Dijo Andrés pensando en todo.
-Aveces solo tenemos que aceptar nuestro destino pero igual te lo dejo a imaginación propia...- Esto último lo dijo rápidamente al notar la mirada molesta de su pareja.
-Sabes que... mañana nos vamos a la nueva casa, necesito comprar cosas, ah y una cosa, solo hay un cuarto y eso fue pensado.- Ari soltó una peque risa y sonrió.
-Está bien cariño, no lo pienso discutir.- Andrés siguió diciendo sus cosas mientras que su contrario lo escuchaba atentamente pues al conocerlo tan bien sabía que eso le gustaba.
-¿Qué opinas?- Preguntó Andrés feliz mientras miraba a su pareja dulcemente.
-Me parece muy bien Andy, no quiero ni preguntar cómo lo hiciste yo sé que eres alguien muy inteligente para tú edad, realmente impresionante.- Mientras decía esto acariciaba cuidadosamente las mejillas de su pareja para de darle mimos y subirle más el ánimo.
-Gracias Ari, entonces mañana nueva casa tú resuelves a tus asuntos, yo veo los míos y todo bien.- Gonzalo no podía negarle nada en estos momentos pero luego vería como ayudarle en algo, no podía dejar que el hiciera todo lo que pensaba o al menos no solo.
-Tranquilo, todavía tenemos tiempo y no te estreses, eso no es bueno para ninguno de los dos.- Este se sentó en el sillón y abrazó a su pareja desde su cintura cuidadosamente mientras que alzaba su cabeza un poco viéndolo con amor.
-A-Ah... s-si, todavía tengo que acostumbrarme a... ajá.- Ari sonrió separándose de su pareja, se levantó y le dio un beso corto. -Todavía tienes tiempo no te preocupes Andy, voy a prepararte algo para que comas.- Este se fue a la cocina y el menor quería decirle "no gracias" pero no podía, tenía bastante antojo de algo preparado por la persona que tanto amaba.
💭 -Eso no se si es bueno o malo... definitivamente malo.- Pensó Andrés, otra vez sus inseguridades lo estaban atacándolo psicológicamente. Su apariencia y físico se habían vuelto lo más apreciado para él y al saber lo que se venía sus esperanzas murieron.
Saavedra para distraerse se fue a la cocina recargándose en la Isla que tenían en esta viendo a Ari cocinar, este se percató y le lo volteó a ver. -¿Ya tienes hambre lindo?- Andrés bajo la mirada lo que le dio a entender a su contrario que si pero que no lo admitiría ni aunque le pagaran, pero suponía que era normal pues ya sabía de sus problemas con la comida.
-Esta bien, ya casi va a estar, voy a hacer algo rápido y rico para que comas bien Andy.- Acomodo todo y solo quedaba esperar un poco, se acercó a su pareja y lo abrazó por atrás como osito.
-Mmm, estás muy calentito Ari.- Esto le gustó mucho al menor, le gustaban los abrazos de Gonzalo, el calor y amor que le daba siempre.
Ari empezó a darle pequeños besos en su rostro cosa que hizo que Andrés se olvidara de todo y soltara pequeñas risas, el menor se dio la vuelta quedando de frente a su pareja, este le devolvió el abrazo mientras que posicionó su cabeza en el pecho de Gonzalo delicadamente.
El menor se relajó tanto que se quedó un poco dormido, no le molestó esto a Ari pues todavía quedaba tiempo para que se hiciera su comida y si tenía hambre, dormir le ayudaría.
Gonzalo estaba recargando en la Isla junto con su pareja abrazados, la cocina se empezó a calentar un poco más por lo que que Andrés cayó profundamente dormido. No le gustó mucho al mayor pero mientas que estuviera bien su pareja todo estaría bien.
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Continuará
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Shine a little of your light in my world of loneliness...
Любовные романы•No se que poner• Andrés, un joven de preparatoria con 18 años de edad, se estaba enfrentado a nuevos problemas, algunos eran, el dolor de cabeza, fatiga, preocupación y nervios, típicos síntomas de la acumulación de proyectos y mayormente tiene cul...