María: 19
Valentín: 20
Hoy era la final de la Red Bull y estaba re nerviosa, incluso más que mi novio, que era el que competía.
Yo sabía que si el no ganaba, después me lo tenía que bancar que este todo el día con una cara de orto y eso es lo que menos quiero.
El se estaba bañando y yo me estaba cambiando, claramente no me iba a poner una vestimenta muy elaborada por qué es la final de la Red Bull, obviamente no iba a ir con un vestido. Así que opte por un pantalón de jean y una remera simple.
Me maquille un poco y me senté en la cama para ponerme las zapatillas, hasta que escuché como se abría la puerta del baño, levanté la mirada y lo vi a valen, ya cambiado y con el pelo mojado mientras se ponía perfume.
– Ya estás? – pregunto el y yo asentí atandome los cordones.
Me pare y me puse mi perfume favorito para que me dé suerte. Ya que siempre que tenía algo importante me ponía mi perfume favorito, según yo, eso me daba suerte.
Suspiré y me mire por última vez en el espejo para después ir con el.
– Vamos – dije y el puso su mano en mi cintura para bajar las escaleras.
Salimos de la casa y nos encontramos con todo el equipo de valen y su chófer.
Saludamos a todos y el me abrió la puerta del auto, haciendo un gesto para que entrara, yo rei un poco y subí, después el subió detrás de mi.
Ya sentados el suspiró y apoyo su cabeza en mi hombro con su mano en mi cintura.
– Estás nervioso? – pregunte en voz baja.
– Un poco – respondió con el mismo tono que yo.
Yo acaricie su pelo, sabía que así se relajaba fácilmente. Ví como cerraba sus ojos azules por unos segundos
El abrió sus ojos y volvió a mirarme, puso sus manos en mis cachetes para dejar un suave beso en mis labios.
Lamentablemente, nuestro tierno momento fue interrumpido por el manager de valen, diciéndonos que ya teníamos que bajar.
Nosotros asentimos y cuando Valentín bajo del auto había algunos paparazzis, pero los ignoro un poco y me dió su mano para que pudiera bajar fácilmente.
Yo sonreí y baje del auto, caminamos agarrados de la mano hasta llegar al lugar, nos encontramos con su equipo y unos amigos.
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Pasaron unos largos minutos hasta que llego el momento de que compitieran y yo ya me estaba por desmayar de los nervios.
Mi pierna se movía rápidamente y sentí como una chica de su equipo ponía su mano en mi hombro para calmarme
Apoye mis codos en mis rodillas mientras miraba la competencia, RE nerviosa.
Pasaron los minutos y estaban por anunciar al ganador, yo estaba que casi me desmayaba de los nervios, no podía más.
Escuché el nombre artístico de mi novio en los parlantes y todos los nervios se desvanecieron.
Me pare para ver mejor a mi novio mientras aplaudía.
– Ehh, quería agradecerle a ustedes, por darme una oportunidad de estar acá, a todo mi equipo, y en especial a mi novia, gracias por acompañarme en casi toda mi vida. – Hablo el, y comencé a sentir unas ganas de llorar increíbles.
El era tierno, si, pero no demostraba mucho sus sentimientos y que lo haya dicho en frente de miles de personas me parecía mucho.
Sentía como las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas, obviamente de felicidad.
Las limpie con las mangas de mi buzo y me senté atrás de todo para que su equipo lo felicitara primero.
Me senté y ahí lo ví, entrando y re lindo como siempre. Todos lo felicitaron, pero sus ojos buscaban a alguien.
Cuando me vio, sus ojitos azules se iluminaron y se acercó a mi, yo me pare para recibirlo. Finalmente lo tuve enfrente mío y me puse de puntitas para abrazarlo.
Paso sus brazos por mi cintura abrazándome. Sus abrazos eran únicos, me hacian sentir tan segura y en su pecho encontraba paz.
Me separé un poco y mis ojos se encontraron con sus ojos, esos ojos azules que me hipnotizaban...
Algunas lágrimas seguían en mis ojos al recordar lo que había dicho de mi en público y sentí como sus pulgares subían a mis cachetes, limpiando algunas lágrimas.
Se acercó más a mi y dejo un beso suave en mis labios para después abrazarme nuevamente.
– Te amo, sos la mujer de mi vida – Dijo en un susurro, y escuchar esas palabras salir de su boca, me hacían sentir la piba más feliz del mundo.
– Te amo más... – hablé en un hilo de voz, las palabras no me salían, lo único que salían eran lágrimas.
definitivamente era el amor de mi vida.
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ayyy, quien no quiere un valen en su vida?
más tiernissss
