Capítulo 29: Dividida en dos

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Era sábado y, después de una semana llena de desafíos, Sofía y Jorge decidieron quedarse en casa. Esperaban tener un día tranquilo para descansar y recuperarse. Sin embargo, Lucía tenía otros planes.

La mañana comenzó de forma normal hasta que, de repente, Sofía sintió una extraña sensación mágica en el aire. Antes de que pudiera reaccionar, una fuerza invisible la empujó hacia una pared cercana. Sofía comenzó a sentir cómo su cuerpo se desplazaba lentamente hacia la pared, atravesándola de manera que su mitad superior quedó en un cuarto, mientras la mitad inferior permanecía en otro.

—¿Qué está pasando? —exclamó Sofía, angustiada al darse cuenta de que su cuerpo estaba atrapado en la pared. La situación era increíblemente incómoda, con la parte superior de su cuerpo visible y la inferior oculta en otra habitación.

Jorge, al ver a Sofía en esta posición comprometida, sintió una mezcla de preocupación y excitación, todo esto provocado por el hechizo. La visión de Sofía atrapada en la pared y su trasero expuesto provocó una reacción inesperada en él. Sin poder resistir la tentación, Jorge se acercó y comenzó a tocar a Sofía, buscando satisfacción.

—Jorge, por favor... —dijo Sofía, tratando de mantener la calma mientras sentía una mezcla de incomodidad y angustia. La situación se volvió más incómoda a medida que Jorge se entregaba a sus deseos sin considerar el malestar que estaba causando.

Jorge le quitó los pantalones a Sofia, dejándola expuesta, a lo que Jorge procedió a embestir a ella por la parte de atrás, haciendo que Jorge sintiera mucho placer pero Sofia sentía incomodidad al no poder ver como su cuerpo era tomado por su novio

Después de un rato, Sofía se dio cuenta de que el hechizo se había intensificado. La magia de Lucía hizo que su cuerpo se dividiera aún más, separándose en dos partes: la parte de la cadera hacia arriba estaba en un lado, mientras que la parte de la cadera hacia abajo estaba en otro. La separación hizo que Sofía tuviera que depender de Jorge para moverse y gestionar la situación.

Jorge, consciente de la dificultad en la que se encontraba Sofía, intentó ayudarla de la mejor manera posible. Movía la parte inferior de su cuerpo mientras ella trataba de coordinar sus movimientos desde el otro lado. La situación era torpe y complicada, pero Jorge estaba decidido a hacer lo que pudiera para aliviar el sufrimiento de Sofía.

A medida que el día avanzaba, Sofía y Jorge estaban divididos, Jorge inexplicablemente sentía placer al verla a ella así, mientras que La incomodidad de Sofia al estar dividida en dos partes hizo que la movilidad fuera difícil. Cada movimiento requería una cuidadosa sincronización entre ellos, lo que añadía una capa adicional de frustración a la ya complicada situación.

Finalmente, al caer la noche, Sofía comenzó a sentirse extremadamente cansada. El agotamiento físico y emocional se hizo evidente en su rostro, mientras la presión de estar atrapada en la pared se volvía cada vez más difícil de soportar.

Mientras el hechizo seguía en vigor, Sofía encontró algo de consuelo al saber que, en algún momento, Lucía levantaría el castigo. Con la esperanza de que el tormento terminara pronto, Sofía se esforzó por mantener la calma y prepararse para el momento en que pudiera descansar.

El castigo duraría hasta que Sofía se quedara dormida, con Jorge a su lado tratando de hacer el proceso más difícil de lo esperado. Mientras Sofía se rendía al sueño, la situación permaneció en su estado complicado, esperando que el alivio llegara con el nuevo día.

EL CASTIGO DEL INFIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora