—¿Te gusta?— Tzuyu susurró a su oído.
—Mhg sí, se siente genial— Nayeon respondió cerrando los ojos.
—¿Quieres que vaya más lento?
—No, lo estás haciendo bien.
—Si te lastimo dímelo y me detendré.
—Solo continúa— La menor pidió tirando la cabeza para atrás dejándose consentir.
Pues Tzuyu se encontraba haciéndole un pequeño masaje en los hombros con el único propósito de consentirla y hacerla sentir mejor puesto que esa misma mañana Nayeon había amanecido con fuertes cólicos a causa de su periodo que recién comenzaba, solía ponerse delicada en aquellas ocasiones y el dolor que sentía lo empeoraba todo.
Obviamente a Tzuyu no le gustaba verla así, solo quería devolverle su sonrisa, por lo cual esa mañana ella misma se había encargado del desayuno y de hacerle un té calientito que pudiera calmar un poco los dolores de cólicos, le trajo una mantita y estuvo a su lado en todo momento por si a la menor se le ofrecía algo más, para así poder cumplírselo al momento.
Cuando Tzuyu terminó esta volvió a acurrucarse al lado de la menor para mantenerla abrazada mientras acariciaba su cabeza, era su pequeña gatita y debía cuidarla bien.
—Gracias por todo— Nayeon agradeció acurrucándose contra ella para abrazarse de su brazo derecho.
—No es nada Yeonie, solo quiero que estés bien— Tzuyu respondió acercando un poquito más a Nayeon.
—Eres tan buena conmigo, aún no entiendo cómo alguien como tú decidió quedarse para lidiar con todo mi desastre.
—Yah Nayeon, he dicho que te quiero, eso es suficiente para quedarme a tu lado, ¿No es así?
—Pero… No quiero que pierdas tu tiempo en mí, además por las tardes debes ir a dar clases, estás desperdiciando tus mañanas.
—Oye, oye— Tzuyu la llamó tomando su rostro entre sus manos para hacerla mirarla y notó como algunas lágrimas amenazaban con salir de los ojos de la menor —No debo ir todas las tardes, y aunque así lo fuese, estar contigo es agradable, ¿Sabes lo aburridas que eran mis mañanas antes de conocerte?
Nayeon formó un puchero.
—No quiero dar pena— La coreana murmuró casi inaudible.
Sin embargo Tzuyu sí logró escucharla.
—No me das pena— “Me gustas” qué difícil era decir aquellas palabras —Escucha, es normal que algunas veces tengamos inseguridades, pero no deberías dejar que eso sea tu prioridad, tú vales demasiado Im Nayeon.
—Es fácil decirlo cuando no tienes una inseguridad así de grande— La menor insistió.
—Por supuesto que la tengo— Tzuyu afirmó.
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Estéril // Natzu [Adaptación]
RomantizmDespués de cinco años de matrimonio, Nayeon comienza a ser víctima de violencia doméstica por parte de su marido, quien la acusa de ser incapaz de darle desendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Tzuyu quien se vuelve muy especial para el...