𝐀𝐮𝐫𝐨𝐫𝐚- 𝙰𝚝𝚛𝚊𝚙𝚊𝚍𝚊 𝙿𝚘𝚛 𝙻𝚘 𝙳𝚎𝚜𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚘.

Capitulo 9.-

Ya había pasado un mes aproximadamente desde el funeral de mi madre, seguía bastante sensible y no dejaba de pensar en eso, aún que casi nunca veía o charlaba con mi madre el saber que jamás la volvería a ver me dolía demasiado, era extraña la sensación de vacío que sentía dentro de mi ¿Esto sentía mamá cuando estaba viva?

Estaba empacando sus cosas y guardando algunas que tenían mucho valor sentimental para mí, cuando el sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos, era la señora Green quien todos estos días había intentado hablar conmigo, aún que yo simplemente me excusaba con no poder, pero, hoy había entrado sin mi permiso y yo no podía hacer nada, así que me levanté.

-Toque, pero, no contestaste, perdón por entrar sin permiso, quería saber cómo estabas, se que debe ser doloroso, pero, si de algo sirve, estoy aquí para tí. -Menciona con en un tono cálido y maternal a lo que yo simplemente sonrio ligeramente. -Es hermoso ¿Era de tu madre? -pregunta viendo el colgante que tengo en las manos y que minutos antes admiraba con nostalgia.-

-Asi es, es...era de ella, estaba empacando sus cosas...

-Deberias quedartelo combina con el color de tus ojos.

Dice a lo que yo simplemente asiento suavemente y me levanto intentando no marearme en el intento pues últimamente cada vez que me levanto me mareo, esa sensación es terrible.

-Cariño, disculpa la pregunta ¿Estás comiendo y durmiendo bien? Es que estás....un poco más delgada de lo común. -Menciona intentando que no suene ofensivo y no lo fue, por lo menos no lo era para mí.-

-Si, solo que...con todo esto he pasado un poco más ocupada.

Miento pasando mi mano por mi cabello en un torpe intento de peinarlo y bajando mi mano hacia mis clavículas notando que lo que la señora Alicia decía era verdad.

-Cuando estés tan ocupada como para hacer tú comida, ven a la mía, siempre serás bien recibida. -Menciona con una cálida sonrisa antes de tomar mi mano con delicadeza. -Ven, preparemos algo para que comas ¿Un postre tal vez?

Yo sonrió un poco y asiento, se sentía tan maternal, un nuevo sentimiento, con mamá nunca fue así y sentí como de mis ojos querían descender las lágrimas sin embargo no me lo permití, no quería que sintiera lastima.

-Cuando yo tenía diez años, mi madre también se suicidó. -La confesión me tomo por sorpresa sin embargo no hice más que quedarme callada. -Ella era alcohólica, no pudo con la responsabilidad de cuidar de mi y de beber al mismo, así que se mató, dejo una carta, pidiendo perdón, pero...me dejó sin madre, cuando mas necesitaba una y lo único que pudo decir fue "perdón". Lo que quiero decir es que entiendo lo que siento y que estoy para lo que necesites, solo tienes que cruzar la calle y...

-No lo entiende...usted siente resentimiento hacia su madre por tomar esa decisión, yo a pesar de que me dejó sola, no puedo odiarla, no la culpo, se sintió sola y su madre en vez de dedicarse a criarla, prefirió suicidarse, también me siento así, pero...yo no puedo odiarla...es mi madre y prefiero que esté muerta y ya no sienta a que sufra. -Digo y sin quererlo empiezo a llorar.-

-Tienes un buen corazón....de verdad lamento todo lo que te está pasando.

Dice tomando mis manos y en sus ojos se notaba que no solo se refería a la muerte de mi madre...