Capítulo 2: La Llama de la Alarma

1 0 0
                                    

La ciudad de Hiroki estaba en movimiento. Las noticias sobre la amenaza oscura habían propagado una ola de inquietud entre sus habitantes. Las calles, que normalmente resonaban con risas y conversaciones animadas, ahora estaban llenas de murmullos preocupados y preparativos frenéticos.

Hiroki se dirigió a la sala de guerra del castillo, un espacio austero adornado con mapas detallados y planos de batalla. Allí, sus generales y asesores ya se encontraban reunidos, esperando instrucciones. El general Kaede, de pie junto a la mesa de estrategia, observaba con seriedad mientras Hiroki entraba.

—Hiroki —saludó Kaede—, hemos reunido a nuestros líderes regionales. Los informes indican que las fuerzas oscuras están movilizándose al norte. La señal que encontraron los exploradores podría ser el inicio de un ataque a gran escala.

Hiroki se acercó a la mesa y miró el mapa extendido frente a él. Con una expresión grave, comenzó a trazar una línea con su dedo.

—Debemos prepararnos para un posible asedio —dijo Hiroki—. No solo debemos proteger nuestras fronteras, sino también preparar a nuestra gente para lo que viene. Las fuerzas oscuras podrían intentar infiltrarse en nuestra ciudad.

Amara entró en la sala, acompañada por varios consejeros. Su rostro estaba sereno, pero sus ojos reflejaban una preocupación silenciosa. Se acercó a Hiroki y colocó una mano en su hombro.

—No podemos permitir que el miedo se apodere de nosotros —dijo Amara—. La fortaleza de nuestro reino reside en nuestra unidad. Deberíamos también reforzar las patrullas y asegurarnos de que las rutas de escape estén despejadas.

—De acuerdo —respondió Hiroki—. Kaede, quiero que te encargues de movilizar nuestras fuerzas hacia el norte. Necesitamos tener nuestras defensas en posición antes de que los enemigos lleguen.

Kaede asintió con determinación, dirigiéndose inmediatamente a cumplir la orden. Hiroki y Amara discutían estrategias de contingencia y medios para mantener la moral de la población alta. Sabían que la amenaza que enfrentaban no solo era física, sino también psicológica.

En la sala de entrenamiento, Kane se encontraba practicando con su espadón, su figura imponente se movía con precisión y fuerza. El eco de sus golpes resonaba en las paredes de piedra, un reflejo de su concentración y habilidad. Cuando Hiroki entró en la sala, Kane se detuvo y se inclinó respetuosamente.

—Hiroki —dijo Kane—. Estoy listo para lo que sea necesario. Mis tropas están preparadas y mi espada está afilada. ¿Cuál es nuestro siguiente movimiento?

—Kane —respondió Hiroki—, necesitamos tu ayuda para reforzar nuestras defensas en el norte. Las fuerzas oscuras podrían intentar asediarnos antes de que podamos reunirnos y prepararnos adecuadamente. Quiero que te encargues de la defensa de la ciudad y de proteger a los civiles.

Kane asintió con firmeza, pero mientras se giraba para salir de la sala, tropezó con una piedra que se había soltado del suelo, cayendo estrepitosamente y rodando hasta chocar contra una pared. Los presentes no pudieron evitar reírse ante el espectáculo inesperado.

—¡Estoy bien, estoy bien! —exclamó Kane desde el suelo, tratando de ponerse de pie con dignidad, aunque su espadón se había enredado en su capa—. Solo estaba probando un nuevo movimiento de combate... de caída libre.

Hiroki y Amara se miraron con una mezcla de sorpresa y diversión. Hiroki se acercó a Kane, ayudándole a levantarse.

—Tal vez deberías practicar esos movimientos con menos riesgo de daño —bromeó Hiroki—. Aunque, reconozco que has traído un toque de humor a una situación bastante seria.

Kane, con su rostro ruborizado pero sonriendo, se sacudió el polvo de la ropa y se enderezó.

—No puedo permitir que la tensión me derrumbe antes de la batalla —dijo Kane—. Si puedo hacer reír a alguien en medio de todo esto, entonces mi trabajo está hecho.

Amara se acercó con una sonrisa cálida.

—Me alegra ver que todavía podemos encontrar momentos de ligereza —dijo Amara—. A veces, la risa es el mejor alivio para el estrés que enfrentamos.

Con la risa aún resonando en el aire, los preparativos para la defensa continuaron con renovada energía. Hiroki, Amara, Kane y sus aliados sabían que el verdadero desafío estaba a punto de comenzar. Cada uno de ellos estaba listo para enfrentarse a la oscuridad y proteger su hogar, sin importar el costo.

La llama de la alarma se había encendido, y el destino de Hirokiana se estaba sellando en la forja de la guerra. La leyenda de Hiroki estaba a punto de tomar un giro épico, con héroes y villanos preparándose para la batalla que definiría el futuro del reino.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Legado del Sape: La Leyenda de HirokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora