𝗠𝗶 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼───𝘀𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂 𝗴𝗼𝗷𝗼

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 33

Después de una larga espera finalmente tú profesor regresaría, corres feliz en dirección a la entrada principal, al doblar chocas fuertemente con alguien haciendo que ambos cayesen a él suelo.

El sonido de unos lentes impactando contra el suelo ha sido el único ruido del momento, observas sorprendida a ijichi para esbozar una sonrisa tímida─── lo lamento mucho yo no quize hacer que cayese ni que se lastimara─── dices avergonzada, él hombre solo te miro nervioso.

Extiendes tus manos para recoger sus lentes pero rápidamente él mayor se adelanta y los coge rápidamente levantándose del suelo, observas su comportamiento con incredulidad, ijichi era una persona muy dulce y por eso realmente lo querías mucho.

─── si sus lentes se han estropeado yo le comprare unos nuevos─── dices levantándote del suelo y abriendo tus brazos para abrazarlo, adoraba los abrazos y adorabas que todos y cada uno de ellos permitiesen qué les abraces ya que tú padre te había prohibido hacerlo porque él odiaba los abrazos.

Con tristeza bajo la cabeza y continuó su camino sin mirarte, le observas sin pestañear y confundida ya que ijichi siempre había aceptado tus abrazos de eso.

───que grosero───piensas haciendo un puchero, tú decepción se desvanece al ver a cierto albino caminando pacíficamente con unas cuantas bolsas en sus manos, sonrió de forma grande para decir
─── sabía que estarías emocionada por ver nuevamente a tú profesor nena───dijo inclinandose un poco.

Por unos momentos te dedicas a mirarlo, tus ojos brillaron para posteriormente correr emocionada a él.

Te lanzas envolviendo tus piernas en su cintura y tus brazos en su cuello, su brazo fuerte y musculoso se colocó debajo de ti cumpliendo el rol de hacer soporte para que no cayeses.
Una de sus manos se coloco y descanso en tú muslo, gojo te observó detenidamente algo extraño había en ti.

La falda se veía más pequeña───lo extrañe mucho─── dices dulcemente dándole un beso en la mejilla, hubieses deseaba besar sus labios pero no era posible.

───que dulce─── dijo con una sonrisa juguetona, te sentías como la mujer más pequeña en sus brazos era una jodidamente musculoso evidentemente delgado pero musculoso.

───también te extrañe princesa─── acarició tú espalda, tus fosas nasales captaron ese delicioso y masculino olor de su perfume probablemente muy costoso.

───por cierto tengo un regalo para ti─── tus ojos se iluminaron como los de una niña pero rápidamente hablo─── pero no planeo entregártelo específicamente después de que me has desobedecido, quizás después de tú castigo puedes tenerlo─── comentó provocando otro puchero.

─── pero ya me he disculpado───
Dices jugueteando nerviosamente con su hombro, realmente pensabas que decía bromeando lo del castigo pero tal parece que era de verdad.

Agachas un poco la cabeza
───¿me pegara?─── preguntas sin mirarlo, él hombre rápidamente se álarmo para aclarar─── dios por supuesto que no, nunca golpearia a mi nenita─── aclaro soltando las bolsas de sus manos para abrazarte mejor.

Cogio delicadamente tú mentón y te beso, sin importar que literalmente estaban en la entrada del instituto aceptabas el beso ya que no había nadie.

Cierras los ojos disfrutando del beso, gojo se alejo y sonrió acariciando tú mejilla. Levantó la cabeza para mirar a ijichi él cual no habías notado que estaba a unos sentimientos de usted.

Sus pupilas estaban dilatas y su boca formaba una expresión de asombro y un inmenso shock, te das la vuelta para ver que ijichi estaba allí.

Alarmada observas a gojo en busca de una solución pero en sus labios solo había una pequeña sonrisa
───¿qué sucede ijichi?¿por que no te has ido aún?─── pregunto gojo para que rápidamente él pelinegro agachase la cabeza para rápidamente seguir caminado y murmurar nerviosamente─── perdón───.

Observas a gojo preocupada y él rápidamente te tranquilizó
─── no te preocupes preciosa, ijichi no dirá nada─── afirmó con una sonrisa después de la pequeña charla que ambos hombres habían tenido ayer.

─── por cierto cuando corrí hasta aquí por accidente tropecé con él y ambos caímos después me he disculpado e intente abrazarlo pero me ignoro─── dices haciendo un puchero de forma quejona como si gojo fuese tú padre, eres como la típica hermana que le informa todo a su padre.

Gojo solo rio dejándote en el suelo, se le hacia lindo que la adolescente aun se comportase como una niña en algunos casos.

Te alejas un poco de gojo
───volveré al campo de entrenamiento con los chicos─── dices y satoru solo asintió en silencio observandote mejor.

Algo hay cambiado en ti pero no podía descifrar qué, llevo la mano a su mentón para pensar en cuanto a adolescente ya se habia marchado.

─── eres tan suave y lindo─── dices feliz en tanto abrazabas el suave pelaje de panda, ambos estaban en el césped.