Historias de Sonikku 348

Sonku: El optimismo ardiente.

Sonku, el optimismo ardiente.

Sonku Noah Davies, o simplemente Sonku, siempre ha sido una persona peculiar, ya no solo por su particular control del fuego, sino también una personalidad extrovertida y optimista, la cual ha sido recompensada a lo largo de los años.

Sonku creció en un ambiente familiar algo tenso, su madre ha estado ausente gran parte de su vida, su padre trabajaba todo el día, solo contaba con su hermana mayor y una niñera en su infancia la cual era bastante estrictas en algunas ocasiones, pero al final les trataba bien.

Sonku realmente es el producto de una diosa, la elemental de fuego Ignis, que un día quiso hacer una vida normal en la tierra, se enamoró, casó y tuvo un par de hijos, su hija mayor Anabel no pareció presentar ningún inconveniente, era una niña común pero padecía de un anormal crecimiento del cabello, pero no presentaba un inconveniente mayor para su vida personal.

Sonku es otro cuento, el nació distinto, aunque heredó la apariencia de su padre Derrick, su personalidad y cualidades eran más cercana a la de su madre, tanto así que incluso obtuvo parte de la esencia espiritual de Ignis.

El poder espiritual de forma normal haría que cualquier mortal explotase ante tal cantidad de energía, sin embargo Sonku al ser hijo de la elemental y haberse desarrollado en su cuerpo la esencia espiritual se adaptó al suyo y logró mantener un equilibrio, por supuesto es mucho más débil que el poder de Ignis ya que realmente es solo una fracción del susodicho, pero aun así es algo a destacar.

Al principio cuando nació no presentó alguna anomalía y fue un niño común, pero a tan solo un par de años se presentarían los problemas, pues el niño empezaría a desarrollar habilidades de fuego que claramente no tenían que estar ahí, era algo bastante problemático para Ignis, pues esto representaba un desequilibrio para la energía espiritual del universo.

Tan pronto como los superiores se dieron cuenta de tal acto de negligencia por parte de Ignis, se enojaron y ella se vio obligada a abandonar a su familia si no quería que esta fuese eliminada de la realidad, Ignis amaba tanto a su familia que no podía soportar la idea de desaparecieran, aunque ella no pudiese volver a verlos al menos quería que vivieran una vida digna.

Ignis antes de marcharse para siempre de la vida de su familia le puso un sello a Sonku, este sello bloqueó sus habilidades espirituales por lo que ya no tenía control del fuego, así el ni nadie se preocuparían de que Sonku fuese diferente.

Después de que su madre se fuese por tiempo indefinido, Sonku tuvo una infancia algo intranquila, si bien era demasiado pequeño cuando eso pasó, el solo hecho de que su mamá no estuviese con él le ponía triste, más cuando su papá le mentía con que volvería pronto, lo cual empeoraba cuando su hermana Anabel le decía que ella nunca volvería y que era una persona mala.

Sonku siempre esperó a que su mamá volviera, una vez su padre intentó traer a una nueva mujer como madrastra, pero aparte de que su corazón todavía quería a Ignis, recibió tal rechazo por parte de sus hijos que no pudo quedarse, Sonku en especial no quería un remplazo, posteriormente se le dijo la verdad, su madre no volvería porque decidió irse, eso fue una noticia horrible para el pequeño Sonku que lloró por un par de días al enterarse.

Pero gracias a que su padre le complacía sus caprichos y que a medida de que crecía empezaba a superar más a su madre pudo desarrollarse de forma más normal, por supuesto que el no tener una figura materna le afectaba pero pudo sobrellevarlo.

A los 7 años entró a la escuela primaria y fue una buena experiencia para él, principalmente porque fue allí donde conocería a la persona que sería su amiga por muchos años y posiblemente lo seguiría siendo por el resto de la vida.