Capitulo 03

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Algo más

...

- ¡Pégale Rami! -gritó Chiquita, golpeando la pelota hacia su única amiga delantera en la cancha. Sin dudarlo, Rami se impulsó y golpeó la pelota hacia abajo. Y, viendo cómo pasaba la red y tocaba el suelo con facilidad, todas Sonrieron satisfechas.

- ¡Buena! ¡Chica dragón! - gritó Julie sin aliento. Rami hizo un puchero y bloqueó su cara para que no la vieran.

- ¿Disculpa? ¡No soy la única con parecido a algún animal animado aquí! -Se defendió. 

Belle y Ruka se rieron mientras se limpiaban el sudor de la frente y se apretaban la cola de caballo justo después.

- Chiquita es la piernas largas de la cancha, Ruka es un ratoncito de indias, tú eres el dragón de la cancha, acéptalo - Replicó Belle sin aliento. Poniendo los ojos en blanco ante sus estúpidas bromas, Chiquita se rió mientras caminaba hacia los bancos y se sentaba. Tomó su toalla y comenzó a limpiarse la nuca con una expresión distante.

El recuerdo de Ahyeon quitándole la mano de su muñeca tan rápidamente le dejó una sensación inquietante en el estómago. Chiquita dejó caer la toalla a un lado y se miró las manos.

¿Fui demasiado lejos?

Se preguntó, girando la mano como si estuviera inspeccionando y buscando algún tipo de enfermedad.

¿Estaban mis manos sucias? 

Tantas preguntas corrían en su cabeza y no conseguía calmarlas.

Pero luego, lentamente, se formó una pequeña sonrisa en sus labios ante el recuerdo. Ella sonrió.

- Vale, me estás asustando Canny. Hace un minuto estabas frunciendo el ceño y ahora estás sonriendo. ¿Qué está pasando en esa gigantesca frente tuya? -Preguntó Ruka, poniéndose a su lado y observando la expresión perdida de Chiquita. Chiquita le devolvió la mirada por un momento antes de suspirar derrotada y encorvarse en su asiento.

- Es mi tutora, Ahyeon. No puedo quitármela de la cabeza -exhaló Chiquita con una pequeña sonrisa. Ruka sonrió y le dio un codazo en el hombro a Chiquita.

- Te trae mal- se burló, lo que le valió a la chica de pelo negro, una brillante sonrisa de Chiquita.

- Definitivamente sí. Ella es tan...- Chiquita hizo una pausa y respiró profundamente con una sonrisa encantada y ojos llenos de sueños - ¿Sabes? - Preguntó, volviéndose hacia Ruka con entusiasmo. Ruka enarcó las cejas.

- No te entiendo - Chiquita ignoró la confusión de Ruka y continuó.

- ¡Y no me hagas hablar de sus ojos! Son tan.. - hizo una pausa de nuevo y suspiró satisfecha con una sonrisa tan amplia que Ruka sintió que sus propias mejillas le dolían de lo mucho que Chiquita sonreía. - Y su cuerpo, ¿has visto cómo se mueve cuando camina? Su cuerpo es literalmente para morirse...

- ¡Lo entiendo! Es perfecta ante tus ojos. - Dijo Ruka con una mirada burlona y una risa suave. Danielle exhaló una vez más y cerró los ojos, la paz fluyendo de su brillante sonrisa.

- Nunca había creído en la perfección, hasta que puse mis ojos en la perfección misma. -afirmó Chiquita. Ruka tuvo una arcada y apartó el amor que irradiaba su cuerpo.

- Chiquita Riracha, enferma de amor. Es repugnante. -bromeó Ruka, pero luego jadeó y gimió molesta cuando Chiquita dejó caer su brazo sobre su hombro y lo cerró alrededor de su cuello. Chiquita tiró de ella hacia el lado de su cintura y le alborotó el pelo mientras dejaba escapar una risa amenazante. Ruka se quejó con irritación.

Tócame - ChiyeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora