El bullicio de la multitud llenaba el vestíbulo del hotel playero, mientras Kristen intentaba concentrarse en el folleto de la conferencia que sostenía en sus manos. No estaba segura del porqué decidió ir; ahora mismo estaría en la playa con sus amigos, surfeando. Pero su madre había insistido en ir ya que ella daría su presentación.
Completamente aburrido.
Había intentado salirse con la suya diciendo una excusa tonta cómo hacer su tarea —la cual nunca hace— pero su mamá no le creyó, sabía que se iría con sus amigos. Disociaba entre las páginas del pequeño folleto, algo abrumada por el sonido saturado de la multitud.
Soltó un suspiro y se levantó del asiento en primera fila, dejó el folleto en su lugar para apartar y se retiró por algo de agua. Ignoraba a todo el que se le cruzara, no le interesaban las conversaciones —estúpidas— de las personas ricas que solo iban a presumir cuantos botes compararon al final del mes. Estaba harta de ellos.
Rodó los ojos al ver a un grupo de hombres con trajes elegantes rodeando a un muchacho. Conocía el tipo de gente que eran porque su mamá era experta en trabajar con ellos, no se quejaba porque le sacaba tanto dinero como el jugo a una naranja.
—Con permiso— murmuró, haciéndose espacio en la mesa, tomó una botella de agua y se dio la vuelta para regresar.
Sin prestarle mucha atención a lo que sucedía a su alrededor, Kristen comenzó a caminar de regreso a su asiento. Justo cuando pensó que podía escapar de las personas, sintió algo muy frío escurrir por su pecho. Soltó un grito ahogado al sentir como poco a poco su vestido se mojaba. Se giró rápidamente, encontrándose con el pecho de un hombre muy alto, que la llevó a levantar su mentón para mirarlo mejor.
—Mi vestido...— dijo, un poco apenada.
—Fíjate por dónde vas— el tono arrogante del hombre la hizo fruncir el ceño, completamente furiosa.
Kristen lo miró, incapaz de creer lo que él le estaba diciendo. ¿Que tuviera cuidado? ¡El era el tonto rascacielos que le había tirado el agua y la arena todavía tenía la audacia de culparla!
—¿Que me fije por dónde voy?— repitió seguido de una carcajada sarcástica—. ¡Eres tú la el que no sabe sostener una botella!
El agua fría empapaba su pecho, su vestido se pegaba su piel, y podía oír las risas de las personas que ya los estaban observando.
El tipo, con una expresión despreocupada, la miró por un momento, como si su enojo le resultara una exageración. No parecía arrepentido de haber mojado su ropa, en absoluto, eso solo hacía que Kristen se enojara más.
—Fue un accidente— respondió el, rodando los ojos—. No tienes que hacer tanto escándalo. ¿Estás bien? Perfecto, sigamos adelante.
Kristen sentía su rostro calentarse del enojo. Ni siquiera se había disculpado apropiadamente, y le estaba echando la culpa de algo que ella no hizo.
—"¿Escándalo?" —su reclamo fue interrumpido gracias a un chico parecido al muchacho odioso.
—Nicholas, veo que haces amigos... —dijo de manera nerviosa, se veía que no quería hacer un escándalo como el que Kristen estaba apunto de hacer—. Pídele disculpas —. Murmuró.
Nicholas lo miró como si hubiera dicho una inmensa tontería.
—¿Qué? —miró fijamente al muchacho, pero al ver que este no estaba bromeando, rodó los ojos y se giró hacia Kristen—. Lo siento, ¿bien? No fue mi intención...
Kristen levantó una ceja, aún no muy convencida. Pero como su madre la iba a reventar por hacer un posible escándalo, decidió controlarse y no verse tan exagerada. Así que se cruzó de brazos y asintió.
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CINNAMON GIRL, NICHOLAS A. CHAVEZ
Fanfic-"Creo que estoy enamorada de ti..." Esas palabras resonaron en mi mente, casi imposibles de creer. ¿Cómo había llegado a este punto, confesándole algo tan profundo al hombre que al principio no soportaba? Nicholas, con su arrogancia y actitud dista...