•-𝓣𝓮𝓻𝓻𝓲𝓽𝓸𝓻𝓲𝓸 𝓯𝓻𝓸𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝔃𝓸 𝓭𝓮 𝓗𝓾𝓷𝓰𝓻𝓲𝓪
Bárbara Báthor estaba nerviosa. Ella había escuchado tantas historias sobre el sultán Suleyman, y ahora se encontraba siendo cargada en sus brazos. La joven noble húngara estaba siendo llevada a través de los pasillos de la fortaleza, hacia el exterior de las murallas de la fortaleza ,por el mismísimo conquistador. La fortaleza sé mostraba imponente, con sus torres altas y sus muros de piedra que se alzaban hacia el cielo.
El hombre llevaba a la joven fuera del lugar que había sido su hogar toda su vida. La joven no sabía que pensar o que hacer, apretó sus labios y reunió la valentía para preguntarle a su captor.
Bárbara Báthor: ¿A dónde me lleva? -la voz de la muchacha salió temerosa pero logro completar la oración.
Sultán Suleyman: Te llevo conmigo, Bárbara, te llevo a mi campamento, el lugar dónde ahora perteneces -dijo respondiendo tranquilamente a la pregunta de la mujer sin mirarla y sin dejar de caminar.
La mujer miró al hombre confundida, ella ahora no tenía a nadie quién la protegiera, su padre había caído en combate y ella ya era viuda desde antes.
La habían casado con 15 años con un hombre de 67 que falleció en su lecho nupcial sin tocar a la joven. Su segundo matrimonio también fue un fracaso la casaron con 17 años y se divorcio a los 3 años sin haber tenido intimidad con su marido debido a que este era homosexual. La mujer ahora contaba con 22 años de edad
El sultán Suleyman entró en su tienda de campaña, con Bárbara en brazos, depósito a la mujer con cuidado en el suelo . La tienda era amplia y cómoda, con alfombras de seda y lámparas de oro que iluminaban el interior.
La joven seguía callada, aún no asimilaba del todo la situación, fue cuando sus pies tocaron el suelo, sus sentimientos quedaron a flor de piel y sus ojos se llenaron de lágrimas y temor.
El hombre se acercó a ella y acaricio su mejilla para limpiar sus lágrimas y abrazarla con delicadeza, tratando de ser cuidadoso con ella, pero las manos de la mujer estaban tensas y sus dedos se clavaban en su piel.
Bárbara Báthor: Por favor...Se lo imploró...Déjame ir -le suplico la mujer en un susurro mientras lo miraba con sus ojos desbordando lágrimas.
Sultán Suleyman: No puedo, Bárbara... No pienso dejarte ir... Ahora eres mía, y te mantendrás a mi lado -dijo el hombre con suavidad- Retiraros, todos. Quiero estar a solas con Bárbara -ordenó el hombre a sus criados.
Los soldados y servidores obedecieron y se retiraron, dejando a Suleyman y Bárbara a solas en la tienda.
Bárbara Báthor: ¡Señor, por favor! ¡Déjeme ir, por favor! -volvio a suplicar.
Sultán Suleyman: ¡Ya basta, Bárbara! ¡Eres mía! ¡Y deberás acostumbrarte a ello! ¡Y te quedarás conmigo! -sus palabras eran posesivas y enojadas, pero en su interior sentía una mezcla de deseo y culpa por haberla secuestrado, pero el deseo de poseer su belleza fue más fuerte.
Suleyman la tomo de los brazos y la empujó hacia el baño. Se quitó la ropa, mostrando su cuerpo fuerte y bronceado. Bárbara intentó luchar, pero él la agarró por los brazos y colocó a Bárbara en un baño de mármol, lleno de agua caliente y perfumada.
Sultán Suleyman: Vamos a bañarnos juntos, Bárbara. Quiero limpiar tu cuerpo y prepararte para lo que viene. -dijo el hombre sujetando a la mujer mientras su mirada recorría el cuerpo de ella.
![](https://img.wattpad.com/cover/365801053-288-k864917.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Las Joyas del Imperio
Fantasi¿Que hubiera pasado si el sultán Süleyman tuviera otra hermana que volverá al palacio debido a que la Validé se encuentra enferma? Hafize Sultán, hermana mayor del sultán Solimán, hija de Fülane Hatun, concubina del difunto Sultán Selim. Ella volver...