Limpieza Profunda

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Autor.

¡Capítulo nuevo!

Siempre estoy tratando de generar stock, pero alguien no me deja...

Jajaja, gracias @maker-00 por apoyarme siempre!  Eres el mejor! Le pondré tu nombre a uno de los soldados de la flota que sale en este capítulo... pero en el siguiente muahahha.

¡Disfruten, mis brujos y brujas!

Setecientos soldados a mi mando.

Guerreros, magos, exploradores rastreadores, todos gente de élite.

El comandante Karos parece desesperado por encontrar aquella entrada.

Reviso el mapa en mi camarote, pensativo; últimamente los ataques del imperio se volvieron más agresivos, como si el emperador tuviera prisa por conquistarlo todo; incluso se le ha visto personalmente en el campo de batalla diezmando ejércitos enteros de las naciones aliadas.

Parece desesperado, hay rumores de que se está debilitando, pero nadie sabe realmente la verdad; lo que sabemos es que de seguir así, perderemos nuestra patria.

Aún así... este plan me parece demasiado conveniente...

Escucho como las mujeres de la cama se levantan, una mera diversión dada a mí para mantener mi cabeza en su sitio aunque eso no las hace débiles...

Una de las voluptuosas mujeres pega sus tetas desnuda a mi espalda.

—¿Qué sucede, Bario? ¿Por qué no regresas a la cama? —se abraza a mi espalda y una de sus manos se desliza por mi estómago hacia mi verga.

—No ahora, mañana llegaremos, tengo que revisar el mapa.

—Lo has revisado al menos tres veces cada día desde que partimos, ya debes conocerlo de memoria —replica y otra mujer gateando, se pone frente a mis pies.

—Es verdad —la apoya la rubia sexy de tetas enormes antes de agarrarme la verga—. No importa cuánto lo veas, los caminos en él no cambiarán —la mete a su boca y el calor me pone duro.

—Aún así, algo me preocupa.

—¿El qué? —la morena comienza a besar mi cuello y acariciarme el pecho.

—Es demasiado... —empiezo a perder la capacidad de pensar, se ponen demasiado lujuriosas un par de veces al día; esto no debería ser normal...—. Conveniente... ¿Encontraron de pronto una mazmorra submarina cercana al territorio del imperio, cuyo camino nos lleva directo a la playa? —parecen bestias en celo.

—Nuestro trabajo sólo es asegurar el camino para poder traer al resto sin ser descubiertos; si podemos invadir desde allí antes de que el emperador lo note, le daremos la vuelta a la guerra... aparentemente.

—Es por eso que digo que es demasiado... conveniente —estoy tan duro que ya no puedo contenerme; tomo en mis brazos a la morena y mi mano se hunde en su gran trasero, apretandolo mientras la otra me da una mamada.

Pasamos la noche y finalmente, el solitario barco llega a un par de kilómetros de donde señala el mapa que está la mazmorra. La tierra aún no es visible en el horizonte, tampoco hay la posibilidad de que un enemigo nos vea, así que es el lugar y momento apropiado para prepararnos.

Observo desde cubierta cómo los soldados toman su equipo y comienzan a formarse.

—¡Capitán, mi capitán! —una de las nuevas reclutas corre hacia mi lado, ataviada en un uniforme mal abotonado, arrugado y algo grande para ella. Tropieza justo al llegar y cae de rodillas; no hago un sólo gesto para atraparla y ella se apresura a levantarse como si nada hubiera pasado—. ¡Recluta Riza reportándose! —lleva la mano a su frente en un extraño saludo, luciendo un tatuaje de una rosa con alas en el dorso. Tengo entendido, se está poniendo de moda en algunos lugares del reino; debe ser alguna religión.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora