Capitulo 08

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Cambio

...

- ¿¡Ella qué!? -preguntó Pharita en voz alta.

Ahyeon se estremeció por el tono y miró a su alrededor, esperando que nadie oyera su arrebato. Por suerte, era la hora de la comida, así que todo el mundo estaba en sus respetables mesas y ocupándose de sus propios asuntos. Ahyeon suspiró aliviada antes de encarar a la pelinegra embobada que tenía delante.

- ¿No puedes simplemente gritarlo a los Cuatro vientos? - siseó por lo bajo. Pharita se burló y la señaló con la papa frita en la mano.

- Bueno, eso es una exageración.

Ahyeon la ignoró y resopló antes de jugar con su comida.

- No es para tanto- murmuró en voz baja para que sólo Pharita la oyera. Después de meterse la papa frita en la boca, Pharita puso los ojos en blanco y levantó ambas manos en señal de rendición.

- Bueno, lo siento, su alteza, no es que la estudiante más popular de la escuela y la capitana del equipo de voleibol la esté cortejando. Y no es que me lo hayas dicho una semana después. Sí, no es gran cosa. -Dijo Con tanta burla que hasta Ahyeon se sintió ofendida.

- ¡Pero no lo es! - Le contestó ella, obviamente sintiéndose muy nerviosa.

Pharita quería burlarse un poco más de la pequeña gatita frente a ella, pero al ver la clara confusión y los nervios escritos en su expresión, se ablandó un poco y sonrió ligeramente.

- De acuerdo, lo siento - dijo con una pequeña sonrisa. El cuerpo de Ahyeon parecía menos tenso, pero sus ojos parecían muy distantes y perdidos. Y, esperando un momento, Pharita se inclinó hacia delante, apoyando el codo en la mesa y apoyando la barbilla en la palma de la mano.

- ¿Puedes ser honesta conmigo Ahy? ¿Te está empezando a gustar? - Preguntó. Los ojos de Ahyeon se abrieron sorprendidos con un creciente rubor en sus mejillas.

Pero, antes de que pudiera siquiera reunir una respuesta, Pharita levantó la mano mientras negaba con la cabeza.

- Espera, déjame decirlo de otra manera. ¿Por fin te has dado cuenta de que te gusta de verdad?

Ahyeon volvió a mirar su comida con los ojos entrecerrados y las mejillas extremadamente rojas.

- N-no -tartamudeó. Sin embargo, cuando levantó la mirada y se encontró con los ojos almendrados y cómplices, sus hombros cayeron y sus ojos se volvieron ligeramente temerosos. -¡No lo sé! ¿De acuerdo? Nunca me había sentido así!- dijo sin aliento, dejando caer sus utensilios en voz alta y colocando su rostro entre las manos.

Sintiéndose extremadamente divertida, Pharita la observó mientras soltaba un gritito de frustración, claramente teniendo una crisis.

- ¿Ella hace que tu corazón deje de latir? - Pharita se burló mientras agitaba las pestañas y fingía una mirada de amor, algo que Ahyeon ignoró por completo.

- T-tal vez. - tartamudeó Ahyeon con nerviosismo, lo que hizo que Pharita soltara una carcajada silenciosa. Nunca había visto a Ahyeon tan nerviosa por nadie. La divirtió, pero también hizo que se sintiera feliz de que Ahyeon fuera finalmente capaz de abrirse.

Normalmente se la ve como alguien tan fría, como sus padres, pero Pharita sabía la verdad. La pelimarrón es simplemente una chica asustada y confundida que nunca ha sentido lo que es el amor de verdad. Y espera que Chiquita sea la que se lo demuestre.

- Ella es simplemente, ¡juh! Ni siquiera lo sé. Ella me hace sentir, juh! -añadió Ahyeon.

Riendo, Pharita, sonrió burlonamente.

Tócame - ChiyeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora