The World of Dead 3

CAPITULO 7: Los Secretos Enterrados de Pharmahorse Corporation

El reloj marcaba las 2:30 de la madrugada y el ambiente en la cada vez más decadente ciudad de Sire's Hollow había cambiado bastante, tanto que prácticamente la urbe había pasado de ser una metrópoli pujante y llena de vida a ser una localidad fantasma y totalmente muerta. Una afirmación que era posible de evidenciar gracias a los infectados que recorrían las calles y avenidas principales, quienes no tardaron mucho en evolucionar convirtiéndose en seres violentos cuyos atributos físicos ya no eran ser lentos y torpes, sino que ahora poseían una piel rojiza y unas garras afiladas que les permitían asesinar y devorar con facilidad a cualquier ser vivo que se cruzase en su camino. Sin dejar de lado que, gracias a dichas garras, ya tenían la capacidad de destruir las puertas de madera que se interponían frente a ellos y que protegían a los escasos ciudadanos que aún quedaban con vida dentro de las entrañas de la ciudad.

La situación era insostenible y se hacía cada vez más evidente en los balcones de los edificios de apartamentos y en el interior de las casas ubicadas en los suburbios, pues, en aquellos momentos álgidos, era posible escuchar los disparos en la oscuridad y el ruido de los cuerpos estrellándose contra el pavimento de las calles. Ambos sonidos eran realizados por sobrevivientes que, sin esperanza y enloquecidos, preferían el suicidio antes que convertirse en aquellos seres sin alma que no hacían otra cosa más que devorar a sus semejantes.

El único testigo de este pandemonio era un pequeño dron armado que sobrevolaba la metrópoli equipado con una cámara de video, la cual filmaba y tomaba fotografías desde las alturas para tener pruebas que pudieran servirle a la Junta Directiva de Pharmahorse Corporation y cuyos mercenarios solo esperaban recibir la orden de retirada para volver al cuartel y dejar de lado aquel asunto tal y como lo habían hecho con anterioridad en el Instituto Everton y en el Everfree Vacation Center.

-Misión Cumplida, no se localizan rastros de ser humano vivo y racional alguno -decía una voz masculina a través de un pequeño comunicador remoto instalado en el dron -La Comisaría, el Ayuntamiento, la Catedral, el Distrito Financiero y demás edificios están abandonados y vacíos. No queda ya nada por destruir o desaparecer.

-Excelente trabajo, Capitán Dawn -respondió con un tono de satisfacción una voz femenina a través del mismo comunicador para después soltar un hondo suspiro diciendo - ¿El cerco... ha sido instalado ya?

-Afirmativo, las entradas y salidas de Sire's Hollow estan cerradas y tenemos a varias unidades armadas vigilando las carreteras cercanas para evitar contratiempos -contestó la voz masculina -Todo está marchando según lo acordado en el Plan de Contingencia PH-EVEM.

-Estupendas noticias, Capitán -dijo la voz femenina soltando algunas risas -Por ahora creo que hemos terminado con las labores de limpieza de la ciudad. Solo nos queda sellarla como a una tumba para que nada ni nadie pueda saber lo que pasó aquí.

-El acuerdo con las Fuerzas Armadas se ha logrado, Señora C. Al parecer tanto el Presidente Grump como el Ex Presidente Ohkma no quieren ni desean para nada que se dé a conocer al público la participación del Estado en estos experimentos. No han quedado cabos sueltos y, si los hay, hemos enviado a dos EQM-Titan para que se encarguen de ellos.

-Muy bien, entonces proceda usted con la retirada y regrese a la Isla Maretania lo más pronto posible -ordenó la voz femenina -Y recuerde, Capitán Dawn: Nosotros no estuvimos aquí y ninguno de sus chicos puede decirle a nadie algo relacionado con esto.

-Entendido, Señora C. -respondió la voz masculina al tiempo que el dron detenía su andar para luego dar la vuelta y regresar con el numeroso grupo de mercenarios de la PH.B.C.S. que se encontraba en las afueras de la ciudad -Cambio... y fuera.

Tras pronunciarse aquellas últimas palabras, el comunicador remoto fue apagado y el dron regresó, eventualmente, a las manos del Capitán Dawn y sus compañeros, quienes, tras apagar y guardar aquel objeto en una de las camionetas blindadas que traían consigo, procedieron a abandonar la periferia de Sire's Hollow. Dejando detrás de si un campo lleno de minas para evitar cualquier incidente que pusiera en riesgo la credibilidad de la empresa farmacéutica multinacional para la que trabajaban.