Dónde, Rodrigo un dulce Omega muy mimoso, está en estado
O donde Iván, un Alfa protector y cariñoso, tiene un Omega embarazado y cumple sus caprichos.
• Adaptación autorizada por @evelinmgonzales
• Contenido con el shipp Rodrivan (si no le gusta es...
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–Iván– susurró el omega su alfa que estaba durmiendo a su lado mientras que permanecía de costado con un brazo abrazando la pancita de su omega, éste tenia cinco meses recién cumplidos de embarazo.
Al ver que éste no respondía, empezó a moverlo un poco con sus delicados brazos mientras seguía susurrando "Iván despierta"
Iván empezó a abrir un poco los ojos, al hacerlo, pudo ver a su pequeño omega con un puchero en sus gruesos labios.
–Iván, el cachorro y yo tenemos hambre– dijo Rodrigo aún con ese pequeño puchero.
El alfa miró hacia la mesita de luz donde se encontraba el reloj, y vió que eran las dos y cuarenta de la madrugada.
–Rodrigo, ¿Ya viste que hora es?– habló el alfa, con su voz ronca por haber estado durmiendo, para luego volver a ver a su omega que estaba a su lado.
–Lo sé, pero tenemos hambre– dijo, haciendo referencia a su cachorro y a el.
Iván simplemente no podía decirle que no a su omega –Está bien– dijo con una sonrisa, la cual el omega devolvió.
–Gracias– se inclinó un poco y le dió un beso a su alfa en los labios.
Cuando se separaron del beso, el alfa se deslizó un poco hasta abajo de la cama hasta quedar frente a la pancita del omega, para luego levantar un poco la camisa de este y después decir –¿Qué le apetece comer a mi pequeño sol?– preguntó dulce a la pancita del omega. "Mi pequeño sol", ese era el apodo que le puso el alfa, ya que todavía no sabían el sexo del bebé.
Iván miraba enternecido lo que Rodrigo hacia mientras acariciaba los cabellos azabaches de su alfa.
–Dice que quiere comer un pastel de chocolate–
–Pero eso no tenemos ahora, te acabaste la última el otro dia–
–Pero queremos comer pastel de chocolate–
Iván dudó pero al final le mostró una sonrisa y respondió un simple –Ok, iré a comprarte tu tan anhelado pastel– dijo mientras se levantaba de la cama.
El azabache simplemente no le podía decir que no a Rodrigo, lo adoraba tanto y haría cualquier cosa por el.
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H
olas espero les guste esta adaptación, me esfuerzo chicos
