Cuando somos pequeños creemos en mundos de fantasía, nuestro mayor miedo puede ser ese monstruo bajo la cama que quiere comernos o que algún adulto nos descubra haciendo alguna travesura.
No somos conscientes de los primeros golpes que nos da la vida, en medio de algún evento traumático solo sentimos tristeza y miedo, pero nuestra misma inocencia nos hace depositar ese momento en nuestro cerebro y guardarlo para en un futuro ser conscientes de lo que realmente paso.
Hemos escuchado constantemente la frase "Es un niño, no entiende nada", cuando la realidad es mucho peor si no se busca curar el daño tempranamente, se está dañando el niño interior de un futuro adulto. Cuesta mucho darse cuenta que a veces en el afán de querer hacer el bien terminamos dañando a terceros.
Es por eso, que puedo decir que casi todos tenemos un niño interior lastimado, que aún trata de entender que hizo mal o no sabe cómo procesar dichos acontecimientos y hace eco en la conciencia del adolescente o adulto que trata de salir de esa parte de sus recuerdos para poder seguir.
V.
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Textos de un corazón inefable
PoetryCuando no puedas explicarlo con palabras ordinarias, deja que hable el lenguaje de tu corazón y de tu alma. Solo aquella persona destinada para ti podrá entenderles y responder a sus llamados.