Sintió su piel arder ante los rayos del sol, odiaba sudar demasiado, irónico teniendo en cuenta que su don dependía de eso.
Estaban en un pequeño viaje en la playa, junto a algunos de sus ex compañeros.
—Bakubro, deberías ponerte bloqueador.
—En un momento.— siguió inspeccionando el cuerpo del pecoso.
Unas manos bloquearon su campo de visión.
—Eres un pervertido Katsuki.— se burló Ashido.
El contrario gruño al ser descubierto.
—¡Cállate!— la apartó.
—Que lastima que tendrás que aguantarnos durante una semana.
—¡No te metas orejas! ¡Mejor vete con tu novia la coleta de caballo!
—¡No es mi novia, animal!— contraatacó.
—¿¡Cómo me llamaste!?— se acercó peligrosamente.
—¡Limpiarte los oídos Katsuki!— sonrió con suficiencia.
Los demás se quedaron viendo la pequeña pelea, ambos chocaban mucho, sólo tenían que asegurarse que nada escalará más que palabras.
—Creo.... creo que deberían calmarse.
—¡No te metas Kaminari!— dijieron al mismo tiempo.
—¡Bien!— se alejó con miedo.
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Bipolares.
Éso eran Kyoka y Katsuki.
Después de pelearse hace unos momentos se encontraban tranquilamente jugando una partida de ajedrez mientras conversaban.
—No me lo creó.— comentó Kirishima.
Bakugou frunció el ceño al verse acorralado, la peli morada había hecho una gran jugada, y una de sus torres corría peligro.
Gruño levemente por la frustración.
—¿Que tal van las cosas con Midoriya?
—¿Ah?
—No te hagas el tonto, se que se traen algo. Se nota a kilómetros.— el rubio rodó los ojos.
—Sólo estamos saliendo, aún no somos pareja.— Jirou asintió escuchándolo.— Pero....
—¿Pero?— se acomodó un poco sobre la arena.
—No lo sé, me siento una mierda.
—¿Por qué?— le interrogó.
—Ya sabes, fuí un completo idiota con el en la secundaria.
—¿Ya hablaron sobre éso?
—Si....
