Hyunlix | One Shots (Lixjin)

Fresa

Autora: Sandra M.P.
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[SMUT] [+18]

—Te reto a... Besar a Felix.

El rostro del pelinegro fue cambiando, apretando sus facciones hasta terminar en una mueca de disgusto extraña e incluso cómica.

—Pero es un niño. —dijo, todavía con aquella mueca en el rostro.

—Pero parece una niña. —dijo ahora uno de aquellos chicos.

—¡No soy una niña! —su voz infantil y aguda se escuchó por encima de la música que ponían los profesores a la hora del recreo.

—Pero eres bonito como una niña. —un chico delgado de cabello oscuro acarició el cabello largo del castaño, quien frunció el ceño, aunque no sabía si debería sentirse molesto por haber sido llamado "niña", o halagado porque Changbin había dicho que él era bonito.

—Soy un chico. —dijo finalmente, cruzándose de brazos, a lo que los demás niños rieron, aunque Hyunjin permanecía mirando con enfado al chico que había propuesto el reto.

—¿Aceptas el reto o castigo?

—Yo no quiero que Hyunjin me bese. —se quejó el otro.

—Es un reto, Lix, no te puedes quejar. —le dijo.

—Pero...

—Shh... Es sólo un beso.

—Nunca he besado a nadie. —se quejó. —Tiene que ser especial. —añadió. —Si es con Hyunjin no será especial.

—Me estoy aburriendo. —otro niño de cabellos castaños suspiró, soltando un bostezo al final.

—Vamos, beso. —otro niño de cabellos castaños con la cabeza más grande que el cuerpo aplaudió con emoción y ojos brillantes. —El amor es bonito. —sonrió.

—Será un beso sin amor. —se quejó el pelinegro.

—Hyunjin, no seas cruel, Felix llorará.

—Sí, es un llorón.

—¡No soy un llorón!

Los demás rieron. Felix solía ser un blanco fácil con el que jugar. Echando la vista atrás, cualquiera vería que estaban abusando del pequeño, pero en aquel entonces eran niños, y los niños eran crueles.

—Yo tampoco quiero besar a Felix, no me gustan los chicos. —se quejó el pelinegro.

—Yo lo haré. —se ofreció voluntario Changbin, a lo que todos lo miraron. —No me importa que sea un niño, creo que Felix es bonito. —explicó.

Hyunjin hinchó sus mejillas, ahora molesto.

—No. Es mi reto, lo haré yo.

Changbin torció la cabeza antes de rodar los ojos y encogerse de hombros. Echándole una mirada al chico pequeño de cabello castaño, se acercó a él y juntó sus labios. Fue como cuando te enganchaba tu tía para besarte a la fuerza en la mejilla, o al menos se sintió igual para el castaño. El corazón del pelinegro latió acelerado al percatarse de que quizá, no era tan malo.

Felix se apartó limpiándose los labios con molestia después de aquello, hiriendo los sentimientos del pelinegro, aunque lo maquilló haciendo el mismo gesto, intentando incluso que fuera más notoria la molestia aunque no se sintiera así.

Se suponía que a los diez años, algo así debería ser desagradable, pero él quería volver a juntar sus labios, porque los de Felix eran suaves y sabían a fresa, ya que a menudo llevaba caramelos, y los de fresa eran sus favoritos.