El novio de mi prima lHOTl

capitulo 1 (parte 2).

Le sonreí porque sentí que debía hacerlo. Luego tomo asiento al lado de su novia.

—Pues chicas, él es Zack. El chico del que tanto les he hablado. ¿No es un amor?

Dijo con cara embobada y sí, era tal cual nos lo había descrito, incluso lo describía tan perfecto que no le creía.

—Zack Edward. Es un gusto conocerlas.

Me miró directamente a las ojos y no pude mirarlo por más de un segundo. Sentía que podía ver más allá de mis ojos.

Terminamos de cenar y ya se hacía tarde pero al parecer todas querían seguir escuchando las historias que contaba Zack y luego saldrían a bailar pero yo tenía que irme. Así que me levante disculpandome y me despedí de mis amigas y luego de Zack, dándome la mano, firme.

—Puedo llevarte.

Se ofreció enseñandome la llave de su auto. Negué con la cabeza.— No es necesario, la casa esta a pocas cuadras y...

—Deja que te lleve.—Dijo levantándose de la mesa.—Chicas pueden adelantarse.

Laura asintió y le dio un beso en la mejilla. Yo no dije más y salí de allí.

El auto sono y el abrió la puerta del copiloto, estaba oscuro no tuve oportunidad de analizar su auto. (Perdón debo analizar todo). Al estar ambos dentro sentí el aire tensar.

Dije en voz baja la dirección y el asintió como si ya la supiera.

— ¿Ashley cierto? .—Me miro de reojo y asentí.—Laura me ha hablado mucho de ti. Tenía muchas ansias de conocerte. ¿Es cierto que te gusta escribir?

Tragué saliva.—Sí... Aunque no soy tan buena pero es un pasatiempo entretenido.

  —Eso es genial, también escribo o bueno hago el intento.

Río bajito y yo sonreí.

—¿Qué sueles escribir?

Intenté relajarme, ya habíamos llegado y apago el motor.—Escribo de todo, aunque el relato erótico es mi fuerte.

Uf.

Él me miró y yo desvíe la mirada hacia la ventanilla.—Oh llegamos. Cómo dije, muy cerca... bueno, gracias por traerme.

Dije intentando ocultar mis nervios. El miró dudoso.— Me gustaria verte sin tus gafas. No puedo apreciar tus ojos con eso.

Soltó de repente y se quito el cinturón, acercandose a mi rostro.

—N-no no espera.

Sus manos tocaron mi rostro y quito mis lentes con tanto cuidado como si fuese una bomba.

Me miro a los ojos y mi cara ardía de vergüenza.

—Ahora si. La puerta del alma son los ojos, está demás decir que te ves muy hermosa.

Dijo con mis anteojos en la mano.—Yo... Debo irme.

Tome mis lentes y abrí la puerta con mi mano temblorosa. Al estar en la puerta de mi casa. Respire profundo, es normal que me ponga nerviosa ante un chico. No soy buena hablando con ellos.

Entre a casa y mire por la ventana como Zack arrancaba y desaparecía de mi vista.

Tal vez debí darle las gracias.