Satellite

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Donde a Juanjo le molesta el niñato que le saluda todos los días, pero le molesta más que pare de hacerlo.

...

- ¡Hola Juanjo!

Otra vez. Ahí estaba Martin, el mejor amigo de la hermana de su mejor amigo, en el pasillo del instituto, saludándole como cada día. Ni siquiera entendía porque lo hacía, tampoco se habían visto muchas veces y las veces que lo habían hecho, Martin se había pasado el rato hablando solo con Ruslana.

Le respondió con su ya habitual movimiento de cabeza y siguió el camino hacia su clase.

- ¡Hola Juanjo!

El martes, como no, volvió a lo mismo. ¿Podía dejar de ser tan pesado? ¿Acaso no veía que a él le daba igual?

- ¡Hola Juanjo!

Y otra vez el miércoles, no se saltaba ni una.

- Podrías saludarle de vuelta alguna vez- dijo Álvaro, su mejor amigo.- Ruslana me ha dicho que Martin piensa que le odias.

- No le odio, pero es que no entiendo la necesidad de saludarme cada vez que me ve.

- Venga Juanjo no seas cabezón, que el chaval solo quiere ser tu amigo. Además es bastante mono, salúdale la próxima vez que lo veas que seguro que le hace ilusión.

Juanjo reflexionó sobre las palabras que le había dicho Álvaro. ¿De verdad parecía que le odiaba? Que no es que el niñato fuera de su agrado especialmente, le parecía un poco pesado, pero no le odiaba. No le conocía lo suficiente como para odiarlo.

Al día siguiente Juanjo estaba decidido a saludarlo de vuelta. No quería que se pensara que era un borde, seguramente tendría que volver a verlo en alguna quedada en la que viniera Ruslana, y Ruslana le caía bastante bien, por lo que no quería quedar mal con su mejor amigo.

Visualizó a Martin a lo lejos y se acercó a él dispuesto a, incluso, saludarle él primero. Pero Martin ni siquiera le miró a la cara.

¿No iba a saludarlo ese día? Llevaba todo el curso haciéndolo, ¿qué había cambiado?

Igual no le había visto. Aunque siempre parecía que el menor iba buscándolo con la mirada, era raro que ese día no se hubiera dado cuenta de su presencia.

Decidió que le estaba dando demasiadas vueltas al tema. Mañana sería otro día y tendría ocasión de demostrarle que no le odiaba.

Pero al día siguiente se volvió a repetir lo mismo. Martin ni siquiera lo miró en los pasillos. ¿Pero quién se creía que era para hacerle esto a él? Él, que iba con toda su buena intención, dispuesto a saludarle como llevaba haciendo el otro todo el curso. Y ahora lo ignoraba. Porque es posible que una vez no le haya visto, ¿pero dos? Eso ya era demasiada casualidad.

Se quedó rayado el resto del día. Igual le había pasado algo a Martin y por eso no se había fijado en él. Puede que estuviera pensando en otras cosas más importantes. Igual le estaba dando demasiadas vueltas al asuntos y simplemente había desistido en su tarea al ver que Juanjo nunca le respondía.

¿Pero por qué iba a parar de saludarle ahora? No tenía sentido, quedaba menos de una semana de curso y llevaba así todo el año. Aunque más importante que todo. ¿Por qué le importaba tanto? Llevaba todo el curso quejándose del crío por saludarle, y ahora que no lo hacía, se estaba quejando incluso más.

- Es que no lo entiendo, todo el curso haciéndolo y ahora que voy a hacerlo yo también, va y para de hacerlo.

- Juanjo te juro que no te entiendo- le dijo su mejor amigo.- Si tanto te molesta que no te salude háblalo con él o algo, pero a mí no me hagas más drama con este tema que llevo todo el curso aguantando tus quejas sobre sus saludos.

Stars above you - OneShots JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora