Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

24

Al día siguiente, el ambiente en la escuela había cambiado drásticamente; Jimin caminaba por los pasillos, sintiendo las miradas furtivas de sus compañeros. Susurros apenas audibles se propagaban a su paso, pero nadie se atrevía a acercarse. El incidente de la noche anterior había dejado una huella profunda, y Jimin se sentía más aislado que nunca.

Durante el almuerzo, decidió que ya no podía soportar la tensión. Sin decir una palabra, se levantó y salió del comedor, ignorando las miradas curiosas que lo seguían. Su destino era claro: la azotea, un lugar donde siempre encontraba paz y, sobre todo, a Nayeon. Subió las escaleras de dos en dos, sintiendo el peso de la soledad que lo había invadido. Cuando empujó la puerta que daba a la azotea, una suave brisa lo recibió, aliviando un poco la opresión que sentía en el pecho. Nayeon estaba allí, esperándolo como siempre, su forma translúcida apenas visible bajo la luz del sol.

—¿Cómo estás, Jimin? —preguntó Nayeon con una sonrisa, aunque sus ojos reflejaban preocupación.

Jimin se dejó caer en el suelo, apoyando la espalda contra la barandilla.

—No lo sé. —respondió honestamente, mirando el cielo despejado. —Nadie me habla, todos me miran como si fuera... diferente. —Soltó un suspiro. —Bueno luego de mi accidente lo hacían, pero ahora no disimulan.

—Lo que pasó anoche fue intenso, pero no fue tu culpa, ellos fueron quienes empezaron todo. —Nayeon flotó hacia él, sentándose a su lado, aunque sus pies no tocaban el suelo.

—Lo sé. —asintió Jimin, sintiendo la frustración arder en su interior. —Pero ahora... me siento como un monstruo, nadie se atreve a mirarme a los ojos, y Yoongi... él simplemente perdió el control. —la vio. —No sé si debí detenerlo antes.

Nayeon guardó silencio por un momento, mirando a Jimin con una mezcla de compasión y tristeza.

—Yoongi reaccionó por lo que te hicieron, pero debes recordar, Jimin, que tienes la habilidad de ver a los fantasmas, que no todos tienen. —le puso la mano en su hombro, Jimin se quedó callado, procesando las palabras de Nayeon.