¿Qué ocurre cuando la luna y el sol se encuentran? Lo llaman el fenómeno más hermoso, y ahora entiendo el por qué. Ella es la Luna y el sol a la vez, un eclipse, algo misterioso, difícil de entender, pero, que no puedes mirar por mucho tiempo porque...
TRIGGERED WARNING. MENCIÓN A SUSTANCIAS ALUCINÓGENAS (DROGAS)
Brooke POV
Otra vez mi teléfono vibra en mi bolsillo, no necesito ver quien es, es el único chat que he guardado a escondidas, el único que desarchivo todas las noches y veo desde la bandeja del teléfono hasta dormir.
Lo siento mi reina.
Llevo tres meses fuera, tres meses donde Madison me ha dado por culo la mitad del tiempo y Arnold se ha encargado de la otra mitad.
Hemos tenido que ir a reuniones con Hernán fuera del país y por fin hoy estamos aterrizando en la ciudad.
Mi corazón late a mil por hora, esperando poder volver a verla.
—Brookie. ¿Por qué te vibra tanto el teléfono?— Una molesta Madison me mira de brazos cruzados desde su asiento.
—Seguro es mi querida Ruby.— Dice Arnold soñando despierto.
—No puede tener a ninguna persona agregada que no seamos nosotros o mi padre.— Dice la morena en un puchero sarcástico.
—Es Twitter.— Digo sin mirarles.
—O alguna que se ha follado.— Dice Arnold.
—Mira putísimo gilipollas.— Le miro con ganas de partirle la puta boca. —Vuelve a abrir tu mierda de hocico y te meto la botella de cava por el culo. ¿He hablado claro?
—Tú no me vas a decir que hacer, lo hace Hern...— Levanto la botella mientras le miro tensando la mandíbula.
—¿Ha quedado claro?
—Sí. Cristalino, Brooke.— Dice tratando de alejarse de mí lo máximo que su asiento le permite.
—Que te quede claro, Arnold. Eres un jodido peón, una fichita diminuta de la cual han sentido pena.— Madison se cruza de brazos y posa su mirada seria en el enfermo este.— En el momento que no le sirvas, mi padre te va a echar, feo.
Una risa se escapa de mis labios. Desde que Hernán aceptó que Arnold se pegase a nosotras, solo da por culo y se cree alguien.
Y solo es una enorme mierda.
—Escucha.— Le digo con asco— Hoy la reunión es demasiado importante, no me toques la polla con gilipolleces tuyas.
Solo asiente y planta su mirada en el Hernán que está descansando asientos más adelante con un par de sirvientas y sus amigos más cercanos.
Ojalá pudiera matarte, pedazo de hijo de puta.
Tenso la mandíbula y vuelvo a mirar a la ventana del avión mientras solo una persona me ronda por la cabeza;
Ruby.
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