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Después de una hora, Dan se despertó una vez más, decidiendo levantarse con cuidado, asegurándose de no despertar a Jaekyung. Se dirigió a la cocina con la intención de preparar algo de desayunar, aún sintiendo algo de hormigueo en la zona de la retaguardia por lo ocurrido la tarde pasada.

Mientras encendía el fuego y vertía un poco de aceite en el sartén, el sonido del chisporroteo comenzó a llenar el ambiente, resonando suavemente en la tranquila mañana.

Mientras esto ocurría, Jaekyung, que había estado durmiendo profundamente, cosa que raramente ocurría, se despertó al escuchar el sonido proveniente de la cocina.

Se estiró perezosamente en el sofá, desperezándose mientras observaba la figura de Dan moviéndose por la cocina. Decidió darse una ducha rápida antes de bajar a acompañarlo.

Dan mientras iba cocinando, recordaba las veces que le cocinaba con un gran ímpetu, poniéndole corazón y alma a cada movimiento de la sartén, los utensilios, el filo del cuchillo al rebanar lo que tuviese que pasar por ese proceso, la intensidad de la flama. Si bien el contexto en el que lo hacía antes era por mero motivo laboral, se sentía en la necesidad de hacer algo por el simple hecho de... de que le importaba Jaekyung, más allá de ser su paciente, sino porque realmente estaba cumpliendo su palabra respecto a hacer su mejor intento de poder reenamorarlo... Esa simple posibilidad le hacía dibujar una sonrisa en su rostro.

Después de un rato, Jaekyung bajó las escaleras, con ropa fresca y cómoda. Sin embargo, había algo diferente en su apariencia. A diferencia de su estilo habitual, donde solía llevar el cabello perfectamente peinado, sin que ningún mechón cubriese su rostro, hoy estaba algo desacomodado. Parte de este caía sobre su frente, dándole un aire más relajado y juvenil.

Dan,al oír los pasos se dio la vuelta justo cuando Jaekyung entró en la cocina. Al verlo, su corazón dio un brinco inesperado (y sentí cosas de mujer jaja). Jaekyung, con ese aspecto más informal y natural, se veía sorprendentemente más joven, casi como una versión diferente de sí mismo. Había algo en la forma en que su cabello caía descuidadamente sobre su frente que le hacía ver más vulnerable, y Dan no pudo evitar sentir una oleada de afecto y admiración.

Mientras se le aceleraba el corazón, Dan intentó mantener la compostura.

— Buenos días señor, digo, Jaekyung — dijo Dan, tratando de sonar casual, aunque su voz tenía un ligero temblor que no pasó desapercibido para Jaekyung. Estaba nervioso.

— Buenos días, Kim Dan — dijo Jaekyung con una sonrisa suave, acercándose a Dan — Huele bien, ¿qué preparas?

— Solo algo de huevos revueltos, sencillo pero... algo es algo — contestó Dan, sin poder evitar que sus ojos se desviaran hacia el cabello de Jaekyung nuevamente. Era extraño cómo un simple cambio podía hacer que lo viera con nuevos ojos.

Jaekyung notó la mirada de Dan y, sin saberlo, pasó una mano por su cabello, despeinándolo aún más. 

— ¿Me veo mal? — preguntó Jaekyung, a modo de broma, aunque con un tono genuinamente curioso — Te me quedas mirando como si tuviese una pulga en la cara.

Dan negó con la cabeza rápidamente, sintiendo el calor subir a sus mejillas. 

— No... para nada — dijo Dan, aunque en su mente pensaba que Jaekyung se veía más que bien, se veía increíblemente atractivo, y se giró para seguir moviendo el contenido de la sartén — Es la primera vez que no te veo peinado, incluso en el gimnasio lo traías así...

— Me siento desaliñado si no estoy con el cabello peinado, siento que me veo ridículo — dijo Jaekyung, colocandose una chamarra, hacía frío.

— En realidad no te ves mal, te ves menos intimidante... Diría que ahora sí aparentas tu edad — dijo Dan.

A Jaekyung le gustaba molestar a Dan de vez en cuando, disfrutando de esos momentos en los que podía ver cómo se sonrojaba o se ponía nervioso. Después de un rato, Dan con ayuda de Jaekyung sirvió los platos...

En un momento, aprovechando que Dan aún estaba frente a la estufa, Jaekyung se acercó por detrás y lo abrazó, rodeándolo con sus brazos fuertes. Sin decir una palabra, inclinó su cabeza y le plantó un beso en el cuello, transmitiendo una sensación de necesidad y cariño que hizo que Dan se estremeciera.

— Jaekyung, suéltame — dijo Dan con una mezcla de nerviosismo y risa — A-A-A-Aún no apago la estufa.... NGHH

Jaekyung sonrió contra su piel, disfrutando de la calidez que sentía al estar tan cerca de él. 

— Es que estás calientito, hace frío... Pero bueno, te suelto por ahora — murmuró Jaekyung, aflojando su abrazo y dejándolo ir en contra de su voluntad.

Dan rápidamente apagó la estufa, asegurándose de que todo estuviera en orden. Sin embargo, apenas había terminado, Jaekyung lo abrazó de nuevo, esta vez con más firmeza, girándolo para que quedaran frente a frente, y sin siquiera darle tiempo a reaccionar, el ojigris inclinó su cabeza y lo besó, capturando sus labios en un gesto que combinaba cariño y deseo.

El beso era suave al principio, pero cargado de emoción. Dan, sorprendido al principio, pronto se dejó llevar por el momento, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Jaekyung era un gran besador, y fácilmente lo hacía caer, siempre lo hacía...

 Cuando Jaekyung finalmente se apartó, sus ojos brillaban con una mezcla de diversión y ternura.

— ¿Por qué siempre tienes que hacer eso cuando estoy ocupado? — murmuró Dan, aún sintiendo el calor en sus mejillas, ligeramente molesto.

— Porque me gusta verte así — respondió Jaekyung, acariciándole el rostro con una mano — Eres adorable cuando te pongo nervioso, y no puedo evitarlo — conluyó. Dan no pudo evitar sonreír ante la sinceridad en la voz de Jaekyung.

— Eres todo un caso — dijo el fisioterapeuta, aunque en el fondo le gustaba (?) que Jaekyung fuera así, tan directo en mostrar lo que sentía, y eso que el ojigris era completamente pésimo al demostrar sus emociones, pero últimamente era más honesto, como si alguien le hubiese dado un golpe y le hubiese desbloqueado ese muro.

 — Y aún así, aquí estás — respondió Jaekyung con una sonrisa traviesa, robándole otro beso, esta vez más corto, pero igual de lleno de cariño.

Dan solamente podía sentir el calor recorrer ya no solo sus mejillas, sino toda su cara, pensaba que alguien lo hubiese estampado contra pintura roja, y a la par echáse vapor por los oídos.

— Si seguimos abrazados así, el desayuno se va a enfriar — dijo Dan, solo sintiendo como Jaekyung lo abrazaba más fuerte.

— No... Quiero abrazarte un rato — dijo el peleador, quien pegó su frente con la de Dan — No sé porqué pero ultimamente hace frío... Y tú estás muy calentito... Y no creo que sea por el agua de la alberca

— Eres un necio.

— Pero quiero ser tu necio... Déjame abrazarte un ratito más...

— Bueno... Al rato no te quejes de que tu desayuno está frío.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora