Parte Unica

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Logan miraba su teléfono, las palabras en la pantalla eran un golpe doloroso y definitivo. Su corazón latía con fuerza mientras intentaba asimilar la realidad de lo que acababa de leer. No iba a correr más esta temporada. Los resultados no habían sido suficientes, y ya habían decidido a su reemplazo. Dentro de poco, la noticia se haría pública. Sentía que el suelo se desmoronaba bajo sus pies.

A pesar de que sabía que sus resultados en la temporada no habían sido los mejores, nunca imaginó que el equipo tomaría una decisión tan drástica. Ahora, mientras sostenía el teléfono en sus manos, el mensaje resonaba una y otra vez en su cabeza

Con las manos temblorosas, Logan busco en su teléfono y llamó a Oscar, su voz quebrándose incluso antes de que pudiera decir una palabra, solo se escuchaba la respiración errática del estadunidense.

—¿Logan? ¿Qué pasa? —Oscar podía sentir la desesperación en el silencio al otro lado de la línea, lo que hizo que su preocupación se disparara—. ¿Estás bien?

—Oscar... —La voz de Logan salió en un susurro—. Necesito verte. Por favor... necesito verte ahora.

Oscar no dudó ni un segundo. —Voy en camino. ¿Dónde estás?

—En la cafetería de siempre. —La voz de Logan se quebró de nuevo, como si las palabras fueran demasiado pesadas para pronunciar—. Por favor, Oscar, no tardes.

—Estoy en camino. espera, por favor.

Los diez minutos que tomó a Oscar llegar se sintieron eternos para Logan. Cada segundo que pasaba, su mente volvía a el mensaje del equipo, a la frialdad con la que le informaron que ya no correría más esta temporada, que ya tenían a su reemplazo, y que pronto todos lo sabrían. La mezcla de humillación y tristeza era abrumadora.

Cuando Oscar llegó, encontró a Logan sentado en el mismo lugar, una mesa apartada, con la mirada fija en su taza de café, como si el simple hecho de levantar la vista fuera demasiado para él. Oscar no dijo nada al principio, simplemente se sentó frente a él y le tomó las manos, sintiendo como temblaban.

—Logan, Cariño... —Oscar lo miró con preocupación—. Dime qué ha pasado.

Logan levantó la vista, y Oscar pudo ver la tormenta de emociones reflejada en sus ojos. Respiró profundamente, como si intentara contener las lágrimas que amenazaban con caer.

—No voy a correr más esta temporada, Oscar. —Las palabras salieron a trompicones—. Me dijeron que no soy lo suficientemente bueno, que mis resultados no han sido suficientes y... ya tienen a alguien más para reemplazarme.

Oscar sintió que su estómago se hundía al escuchar esas palabras, pero se obligó a mantenerse firme.

—¿Desde cuándo lo sabes? —preguntó con suavidad, aunque había una urgencia en su voz.

Logan hizo una pausa, sintiendo que su voz temblaba. —Hace poco... Me lo informaron por mensaje.

Al escuchar eso la ira se encendió en los ojos de Oscar, y su tono cambió, llenándose de indignación.

—¿Por mensaje? ¿Ni siquiera tuvieron la decencia de decírtelo en persona?

Logan asintió, tragando con dificultad.

—Sí... así fue.

Oscar apretó los puños, luchando por controlar su enojo.

—Eso es una falta de respeto. No puedes tratar así a un piloto. —Suspiró, tratando de calmarse por el bien de Logan—. No te merecías eso, Logan. No después de todo el esfuerzo que has puesto.

Logan bajó la mirada, sintiéndose pequeño y derrotado.

—Quizás... quizás no soy tan buen piloto como pensaba. Quizás solo tuve suerte en mis buenos momentos.

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