Mía | Jeon Jungkook [ + 18]

Capitulo LIV | A ciegas en mi abismo azul

-¿Que pasa, amor?-Observe hacia la cama deleitarme con la dulce voz de mar. La desperté al responder la llamada y se mostraba preocupada.

Me rompía el alma verla así, con su mirada perdida queriendo encontrarme y tan débil que parecía desmoronarse. La lampara de su mesita de noche estaba encendida dejándome ver su sonrojo a causa de la fiebre.

-¿Joven Jungkook....?

Apreté el teléfono en la mano.

-¿Quien es, amor?-La dulce voz de mar me daba consuelo.

-Por favor, joven Jungkook, necesit...

-Nadie.-Le respondí a mar cuando colgué la llamada dejando el teléfono de nuevo en la mesita de noche, pero su rostro abatido me erizo la piel.

-Amor...-Estiro sus manos hacia el frente intentando tocarme pero yo no estaba ahí, me acerque hasta que coloque sus manos sobre mis mejilla sentándome en la orilla de la cama.-Ve.-Fruncí el ceño.

-Escuchaste todo.-Fue una afirmación.

-No puedo...-Negue besando el dorso de su mano, y de nuevo sintiendo esa punzada horrible en mi pecho.

-Tienes que ir.

-No, mar, no me hagas esto.

-Yo estaré bien aquí sola.

-No, mar, ¿No lo entiendes?, las ultimas veces que te deje sola tu...

-No iré a ningún lado.

-Amor, tienes fiebre, no te dejare así.

-Mi vida no corre peligro, pero...se que hay alguien que si.-Negue sin responder, ahora era yo quien se sentía ciego dentro de mi abismo azul.

No me importaba todo lo demás cuando tenia a mar cerca de mi.

-No iré.-Me puse de pie colocando sus manos sobre su regazo, ella estaba sentada divagando con su mirada.

-¿Y si te lo pido yo?

-Mar, tu eres mas importante que cualquier otra persona.

-Pues entonces hazlo por mi.-Un silencio sepulcral se instalo a nuestro alrededor.

-Eres muy injusta.

-No lo soy, pero se que te arrepentirás el resto de tu vida si no vas ahora.

-No puedes saber eso.

-¿Y si soy yo quien se culpa el resto de mi vida por sentir que por mi culpa no fuiste?-Entonces trague duro sintiendo como todo mi cuerpo se tensaba.-¿Y si yo no me lo perdono nunca?-Negue llevando mi cabello hacia atrás.-Por favor ve...te prometo que si vas todo será diferente.

Cerré los ojos intentando controlar todas las emociones que ahora mismo me abatían.

-Por favor....-Volvió a musitar y entonces la vi, esa hermosa mirada que no podía verme pero que en ella me reflejaba, viéndome desesperado, abatido, alterado, y verme así me decepciono.

Si mar pudiera ver no me gustaría que me viera ahora mismo como me encontraba, no lo que yo veo en su reflejo.

-¿Estas segura de que estarás bien tu sola?-Me acerque de nuevo arrodillándome junto a la cama, tome una de sus manos dándome cuenta de que ella ya no se sobresaltaba con mi tacto.

Me hincho el corazón recordar todas las etapas de mi aguamarina.

Al principio se sobresaltaba con el tacto de cualquier hombre excepto conmigo, y ahora que estaba ciega, tampoco lo hacia conmigo.