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La fría brisa de la noche acariciaba el rostro de Noeul mientras él y Seojun caminaban hacia su hogar. La conversación en la cafetería había dejado a Noeul con una profunda tristeza y confusión. Las palabras de Boss aún resonaban en su mente, pero el dolor y el resentimiento eran más fuertes.


Noeul: -murmurando- "No sé si alguna vez podré perdonar todo lo que pasó..."


Seojun: -tomando la mano de su padre- "Papá, ¿estás bien?"


Noeul miró a su hijo, cuyas pequeñas manos se aferraban a las suyas con fuerza. El amor y la preocupación en los ojos de Seojun hicieron que las lágrimas volvieran a brotar de los suyos.


Noeul: -con voz quebrada- "Lo siento, Seojun. Esto es tan difícil para mí. Solo quiero que seas feliz y seguro."


Seojun: -acariciando la mejilla de su padre-"No te preocupes, papá. Yo también te quiero. Todo estará bien."


Al llegar a casa, Noeul ayudó a Seojun a prepararse para acostarse. Mientras su hijo se metía en la cama, Noeul se quedó sentado en la silla junto a la cama, mirando con tristeza a su pequeño. La visión de Seojun, tranquilo y a salvo, era un consuelo en medio de su tormenta emocional.


Noeul: -susurrando-"Buenas noches, Seojun. Te quiero mucho."


Seojun: -sonriendo débilmente- "Yo también te quiero, papá."


Una vez que Seojun se quedó dormido, Noeul salió de la habitación, su corazón aún pesado con la tristeza y la incertidumbre. Se dirigió a la sala de estar, donde se sentó en el sofá, rodeado por el silencio de la casa. Su mente estaba llena de recuerdos dolorosos y de la conversación con Boss.El sonido del teléfono interrumpió el silencio, y Noeul vio el nombre de Boss en la pantalla. Sintió un nudo en el estómago al verlo, pero decidió no contestar. La tristeza era abrumadora, y Noeul necesitaba un momento de calma, lejos de la presión y el caos que Boss representaba.


Noeul: -hablando para sí mismo- "No sé qué hacer... todo se siente tan roto."


Con el rostro entre las manos, Noeul lloró en silencio. Las lágrimas caían libremente mientras trataba de procesar el dolor y la traición que sentía. La idea de volver a enfrentar a Boss, de intentar reconstruir algo después de todo lo que había pasado, parecía una tarea imposible.Mientras lloraba, pensaba en el futuro, en cómo su vida y la de Seojun podrían cambiar si alguna vez se reconcilian con Boss. Pero, por ahora, Noeul necesitaba tiempo para sanar, para encontrar la manera de seguir adelante sin perderse en el dolor del pasado.


El reloj avanzaba lentamente, y la noche parecía interminable. Finalmente, Noeul se secó las lágrimas y se levantó del sofá, decidido a enfrentar el nuevo día con determinación. Sabía que tenía que ser fuerte, no solo por él, sino también por Seojun, quien necesitaba un padre que pudiera superar el dolor y ofrecerle un futuro lleno de amor y esperanza.

...

Al amanecer, el primer rayo de sol se filtró a través de las cortinas de la sala, iluminando ligeramente el rostro cansado de Noeul. Había pasado una noche en vela, sumido en sus pensamientos y en la tristeza. La realidad de tener que enfrentar a Boss nuevamente era abrumadora, pero sabía que tenía que tomar una decisión por el bien de Seojun.Se levantó temprano, decidido a buscar alguna forma de alivio y claridad. Preparó el desayuno para Seojun, intentando mantener una apariencia de normalidad. El pequeño despertó con una sonrisa, ajeno al tumulto emocional que había estado viviendo su padre.


Seojun: -mientras se sentaba a la mesa- "Buenos días, papá. ¿Cómo dormiste?"


Noeul: -sonriendo débilmente- "Buenos días, Seojun. Dormí... bien. ¿Tú?"


Seojun: -entusiasmado- "¡Sí! Hoy tenemos que ir a mi parque favorito después de la escuela. ¿Recuerdas?"


Noeul asintió, intentando aferrarse a la normalidad de la vida cotidiana. Después de que Seojun se fue a la escuela, Noeul se quedó solo en la casa, enfrentando el silencio que lo envolvía. La llamada de Boss aún pesaba en su mente, y sabía que tenía que hacer algo al respecto.


Noeul: -murmurando mientras miraba por la ventana- "Debo tomar una decisión. No puedo seguir huyendo de esto."


Tomando una decisión valiente, Noeul sacó su teléfono y marcó el número de Boss. La llamada fue respondida al primer timbre, y la voz de Boss, aunque distante, sonaba con una mezcla de sorpresa y alivio.


Boss: -con voz tensa- "Noeul... ¿estás bien?"


Noeul: -con voz firme- "Necesito hablar contigo. Podemos encontrarnos en un lugar neutral, sin presiones."


Boss: -suspirando- "De acuerdo. ¿Dónde te vendría bien?"


Noeul: -pensando- "En el café cerca del parque. Ahí nos veremos."


La mañana pasó lentamente mientras Noeul se preparaba para la reunión. Cada minuto parecía una eternidad, y sus pensamientos estaban llenos de dudas y temores. Finalmente, llegó al café, un lugar acogedor con un ambiente tranquilo que le ofrecía cierta calma.


...

Cuando Boss llegó, su expresión era seria y tensa. Se sentó frente a Noeul, y por un momento, ambos se miraron en silencio, evaluando el ambiente y la situación.


Boss: -rompiendo el silencio- "Gracias por venir. No sabía si iba a tener esta oportunidad."


Noeul: (con una mezcla de determinación y tristeza) "Sí, yo también necesitaba hablar contigo. No sé cómo empezar, pero quiero que sepas que mi prioridad ahora es Seojun. Todo lo que hago es por él."


Boss: -asintiendo- "Lo entiendo. Y quiero que sepas que he estado pensando en todo lo que ha pasado. Me arrepiento profundamente de mis acciones. Solo quiero una oportunidad para arreglar las cosas, para intentar hacer las cosas bien."


Noeul: -suspirando- "No es tan simple, Boss. El daño ha sido enorme, y no sé si podré volver a confiar en ti. Pero entiendo que todos merecen una segunda oportunidad. Sin embargo, eso no significa que todo vuelva a ser como antes."


Boss: -con voz temblorosa- "Solo pido que me des la oportunidad de demostrar que he cambiado, de que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para enmendar mis errores."


Noeul observó a Boss, notando la sinceridad en sus ojos. Sabía que debía ser cauteloso, pero también comprendía que cerrar todas las puertas no sería justo para él ni para Seojun. La conversación continuó, llena de honestidad y emoción, mientras ambos trataban de encontrar una forma de avanzar.Al final del encuentro, Noeul no había tomado una decisión final, pero al menos había abierto la puerta a la posibilidad de sanar y de construir un nuevo camino. La esperanza, aunque frágil, estaba empezando a florecer entre las sombras del pasado.

Emergencia Emocional 2: Cicatrices Del Pasado y ¿Perdón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora