XIII - Los Doce Novatos de la Hoja

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Boruto preparaba su bolso, no podía creer que pronto sería un chunin. Es decir, iba a tener el examen, pero considerando lo increíble que era, seguro pasaría. Kiba le había ordenado que llevara ropa como para una semana, pero su madre le insistía que llevara mucha ropa interior.

Se horrorizó cuando vio a su hermano también armando el suyo y comprendió que él también participaría. Bueno, serían seis en total, no era tan grave. Antes de salir al parque central, saludaron a su madre, a Himawari y, por supuesto, a Naruto.

-Chicos.- les dijo mostrando un puño.-¡Éxitos! Si llegan a la ronda final, nos veremos allí.

-Papi, ¿qué son los exámenes chunin? - preguntó Himawari.

-Son exámenes que los genin deben pasar antes de poder convertirse para poder convertirse en chunin, que son ninjas preparados que pueden tomar misiones más complicadas. No es fácil, chicos, así que... no se presionen demasiados. Salieron de la academia hace sólo tres meses - dijo el padre, sabiendo que su consejo llegaría a oídos sordos.

-No te preocupes, pa. Lo haré perfecto, seré un chunin. ¡Tienes mi palabra! - dijo Boruto y le mostró el puño. Su madre se sonrió un poco.

-Bueno chicos, éxitos. Sus maestros los esperan en la plaza central, no los hagan esperar. - les dijo la jefa de la casa. -Los queremos mucho.

Salieron juntos. Un día nublado, pero el calor era agotador de todos modos. Se notaba que el verano había llegado. No se dirigieron palabra, solo fueron a paso constante. Y por suerte no tuvo que estar mucho tiempo con el chico bufanda sólo.

-¡Suno!

Era un chico con un atuendo que fusionaba un pantalón tradicional con una chaqueta y remera moderna. Su cabello puntiagudo estaba atado en una cola de caballo, que también tenía también muchos pinches. Era un autentico remolino ese pelo marrón oscuro. Su piel era pálida, su contextura era ágil y sus ojos eran oscuros. En la cintura, tenía dos fundas de katana, una en cada lado. Y como cinturón, lucía su banda de la Hoja con orgullo. Le decían Mifumi, el híbrido, seguramente por su doble legado de ninja y samurai.

-Mifumi. Qué bueno es verte. - dijo Suno, con su característico tono apagado.

-¡A mi también! ¿No estás emocionado? - le dijo y le puso el codo encima del hombro. Su tono y actitud era todo lo contrario, enérgico y cálido.

-Hola, yo también existo. - dijo Boruto, sintiéndose excluido.

-Ah, lo siento. ¿Tú también participas de los exámenes chunin?

-Claro que sí. - dijo y se arregló el cabello de la forma más exagerada posible .-¿Esperarías menos de alguien que sacó el puntaje más alto en el examen de la academia?

Mifumi lo miró con desprecio, evidentemente no había cambiado en nada. Lo miró a Suno nuevamente, que negaba con la cabeza para que no lo dijera. Pero lo iba a decir...

-Eres un poco cabeza hueca, Boruto. Esperarías que a esta altura te hubieras dado cuenta, sinceramente...

Boruto giró su cabeza como si fuera un perro confundido. -¿De qué me hablas?

-Mifumi, en serio. Se nos va a hacer tarde...-le dijo Suno, colocándole la mano en el hombro.-Podemos hablar de esto más tarde.

Boruto hizo trompa con la boca, y se cruzó de brazos. -¡Oigan! ¡Ahora quiero saber!


Los tres caminaron juntos hasta llegar al parque. Allí ya estaban Sarada y Seija. Al igual que un chico con una capucha oscura apoyado sobre el tronco de un árbol que le daba sombra.

Boruto Alt: Una Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora