Debajo del Roble ~ Libro 07 [Temporada dos]

Capítulo 21 ~ La Dama Escarlata

— ¿Un banquete? — dijo Calto.

Se apartó de calentarse junto a la chimenea y lanzó a Kuahel Leon una mirada de desconcierto. Evidentemente, en el rostro del anciano había un atisbo de desaprobación. Terribles fuerzas podían estar controlando el ejército de monstruos aliados desde las sombras en este mismo momento. Uno hubiera esperado que la iglesia gastara sus recursos preparándose para una posible guerra en lugar de tales frivolidades.

Maxi miró al Caballero del Templo con reproche, pero éste no les hizo caso. Se dirigió a la mesa del viajero y ocupó un asiento vacío.

— ¿Quién es el anfitrión del banquete? — preguntó Kuahel al hombre.

— He escuchado que es el sumo sacerdote, Garis. Planea invitar a los nobles a este gran acontecimiento para celebrar el Día de la Fiesta Sagrada. Partimos de Arex en cuanto supimos la noticia. Esperamos encontrar trabajo allí.

El viajero señaló la mandolina que colgaba de su costado.

Así que es un bardo. Maxi se fijó en los que parecían ser sus compañeros de viaje, sentados en una mesa vecina. Los seis jóvenes, hombres y mujeres, llevaban instrumentos a la espalda. De sus cinturas colgaban garrotes y dagas, probablemente para defenderse. La banda alzaba sus jarras al unísono y sonreía a los magos.

— Mis amigos y yo somos una compañía musical. Con la llegada tan temprana del invierno este año, los nobles han estado celebrando menos banquetes, probablemente debido a la mala cosecha. Estábamos desesperados por encontrar trabajo cuando oímos que las cosas iban mejor en Osiriya, así que decidimos hacer el largo viaje hasta allí.

— ¿Ustedes viajaron a través de Dristan? — preguntó Kuahel, acariciándose la barbilla con una mano enguantada. Cuando el bardo asintió, el caballero hizo señas a un mozo para que se acercara —. Tráeme cerveza. — Se volvió a mirar al grupo. — ¿Quieren unirse a nosotros? Me gustaría saber cómo está la situación en Dristan. He oído que últimamente se han visto más monstruos por allí. ¿Se encontraron con alguno en el camino?

— Tuvimos un encuentro con una manada de gorgonas, pero logramos sobrevivir porque estábamos con una banda de comerciantes hasta que llegamos a la frontera. Aún así, he oído historias de ghouls en las regiones del sur. Con más gente desplazándose hacia el noroeste, la escasez de alimentos no ha hecho más que empeorar.

El grupo musical parecía más que encantado de unirse a las mesas del grupo expedicionario, y Maxi escuchó con ávido interés cuando empezaron a compartir varias anécdotas que habían recogido en sus viajes. Era habitual que los nobles invitaran a sus castillos a grupos de bardos para divertirse. Aunque había conocido a innumerables bardos y bufones en el castillo de Croyso, era la primera vez que conversaba con ellos en la misma mesa.

Relataron su viaje con gran elocuencia. Maxi se enteró de que la familia real de Dristan se enfrentaba a una crisis de sucesión y que el problema de la escasez de alimentos había reavivado las disputas territoriales en sus regiones occidentales. Los demás magos parecían estar escuchando también con gran interés. Habiendo estado enclaustrados en una isla durante tanto tiempo, todos estaban hambrientos de noticias.

Entre los viajeros había una mujer de unos treinta años. Dijo cabizbaja entre sorbos de cerveza.

— Dristan está sumida en la confusión. Conflictos políticos, escasez de alimentos y ahora monstruos. Los mercenarios dicen que el número de muertos vivientes se ha triplicado desde el año pasado. Todos esos cadáveres corruptos tienen que haber venido de algún lugar; seguro que son de la guerra de hace tres años. Imagínense esas decenas de miles de cadáveres enterrados sin purificar, vagando por el mundo como monstruos.