𝙴𝚜𝚙𝚎𝚌𝚒𝚊𝚕 𝙸𝙸𝙸. 𝙻𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚞 𝚟𝚘𝚣 𝚗𝚘 𝚍𝚒𝚌𝚎

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𝙰𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊: 𝙴𝚕 𝚜𝚒𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚛𝚒𝚋𝚎 𝚎𝚜𝚌𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚍𝚎  𝚜𝚞𝚒𝚌𝚒𝚍𝚒𝚘

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𝙰𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊: 𝙴𝚕 𝚜𝚒𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚛𝚒𝚋𝚎 𝚎𝚜𝚌𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚍𝚎  𝚜𝚞𝚒𝚌𝚒𝚍𝚒𝚘. 𝚂𝚎 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚖𝚒𝚎𝚗𝚍𝚊 𝚍𝚒𝚜𝚌𝚛𝚎𝚌𝚒ó𝚗.

Ella... ¿de verdad creyeron que iba a olvidarla? Esta es su historia, así que será mejor que se preparen para lo que viene.

Porque ella, no estaba lista.

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Año I
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     Kath apenas sentía el peso de las gotas frías de lluvia que golpeaban su piel. El agua caía con una intensidad que solo parecía empeorar su rabia. No sabía nada de lo que venía, ni cómo había terminado esposada a Alessandro, pero algo dentro de ella gritaba que esto no era lo que debería estar pasando.

—(¿Cómo demonios llegué aquí?)

     A su lado, Alessandro respiraba con dificultad. Había una mezcla de determinación y miedo en sus ojos cuando la tomó de la mano esposada—, Kath, no pienses. Solo salta.

     Su tono de voz era suave, pero firme a la vez. La conocía bien, sabía que odiaba sentirse atrapada, y mucho menos arrastrada en una situación en la que no tenía control. Ella fulminó con la mirada a Alessandro, pero su rabia no era para él, sino para todo lo que le había sido arrebatado en tan poco tiempo. Su vida, su seguridad, su libertad. William Olson. Aquel nombre ardía en su mente. El magnate, poderoso y despiadado, es el responsable de que ahora se encontraran en este precipicio. Habían sido testigos de sus peores crímenes, y eso les había puesto una daga en la espalda. Sabía que huir era la única opción, pero no dejaba de pensar en todo lo que se veía obligada a dejar atrás.

—¡No puedo creer que esté haciendo esto, mierda! —gritó Kath, pero Alessandro no respondió, solo la empujó más cerca del borde del puente. La corriente furiosa del río rugía debajo de ellos, como un reflejo de la tormenta que estallaba en su pecho. La mirada de Kath se alzó hacia la figura al final del puente, Jaden Olson...

     Él estaba ahí, listo para darles el tiempo que necesitaban, distrayendo a los matones de su propio padre. Su rostro estaba embriagado en una determinación sombría. Ella sabía lo que eso significaba. Sabía lo que él estaba sacrificando. Kath asintió, aunque su estómago se retorcía. Era una locura, pero no había otra opción. A sus espaldas, Jaden estaba luchando, su figura firme bajo la lluvia se preparaba para pelear, con un disparo en el hombro que manchaba su camiseta de rojo. Aun así, su mirada permanecía fija en Kath, con un fuego ardiente que se resistía a ser apagado.

     El viento le trajo a Kath las últimas palabras de Jaden antes de saltar a lo desconocido. "Te amo". Había una ternura dolorosa en esa frase que no pudo oír con claridad, pero que golpeó su pecho con demasiada fuerza. Y algo más. Amor. Lo sentía, lo sabía, pero no podía permitirse pensar en eso. Le abrumaba saber que ahora era ella quien no correspondía a Jaden, aunque era consiente de que él fue quien lo provocó. Odiaba esa parte de la situación tanto como odiaba a William. Jaden la amaba, y ahora quedaba atrás, arriesgando su vida para salvarla a ella.

Tu Última Ex.Cusa [Libro 2: Growth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora