CAPÍTULO 28: CULPABLE.

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Sus ojos azules estaban puestos sobre el reloj que decoraba la pared de su oficina viendo como los minutos seguían pasando sin parar y la castaña seguía sin llegar. Golpeó la lapicera que tenía entre sus manos contra su escritorio, formando un pequeño ritmo con el golpeteo. Comenzaba a perder la paciencia, sabía que ella estaba jugando con él, esperando que fuera a buscarla, pero no lo haría.. ella tenía que llegar, no podía estar hablando en serio. Iris jamás se iría de Small heath.

—Tom, ¿En qué piensas?—Pregunto arthur viendo como su hermano no reaccionaba. Solo estaba ahí, perdido en sus propios pensamientos. Parecía preocupado y él nunca lucía de esa forma.

Lo miro.—Nada importante, Arthur. ¿Sabes por qué Iris no ha llegado? Ya tendría que estar aquí hace tiempo, sino llega tendré que despedirla.—Comento seriamente haciendo que el contrario frunciera el ceño.

—¿De qué hablas, Tom? No puedes hacer eso, es Iris.—Murmuro como si él contrario estuviese loco o algo parecido. —Es parte de nosotros.—Le recordó con seriedad. Iris era una Shelby más. No podía solo sacarla de la empresa o eso creía Arthur.

—Sino viene a trabajar, lo haré.—Sentenció con firmeza antes de levantarse de su asiento.—Ve a averiguar porque no vino.—Ordenó mirando a su hermano.

Asintió.—Esta bien. Tal vez le paso algo, tienes que relajarte.—Pidió sutilmente antes de irse.

Su mirada quedó perdida en la puerta de su oficina, pensando ¿Y si le había pasado algo? No pudo evitar pensar en mil escenarios distintos donde la castaña terminaba herida o lastimada, todo por su culpa.

Golpeó su escritorio antes de salir de su oficina listo para ir en busca de la ojiazul, esperando encontrarla en su casa. Iba a romper su orgullo con tal de verla bien...

Cuando llego a la casa de la castaña se encontró con la puerta abierta. Entró sin pensarlo, encontrándose con sus hermanos.

—¿Qué pasó?

—Iris no está.—Contesto John.—Tampoco están sus pertenencias, ¿Qué pasó, Thomas?—Pregunto con molestia viendo a su hermano.

—¿Por qué crees que sé que sucedió con ella?—Cuestiono.

—Porque esto solo lo causarías tú y tus mierdas.—Aseguró acercándose peligrosamente a Thomas, pero rápidamente Arthur se puso en el medio de ambos, alejandolos.

—Se fue.. no dejo nada, ni una nota de despedida.—Informó Polly bajando las escaleras de la casa. Los tres hombres la miraron.—Intentaré hablar con su familia, tal vez sepan algo..

—Si, gracias, Polly.

Thomas no dijo nada en ese momento, solo salió de la casa quedándose junto a su auto. Su corazón iba a mil por segundo pensando que no la volvería a ver jamás y que todo era su culpa por ser un idiota.

Nunca antes se había sentido de esa manera por una mujer. Lo asustaba tanto las formas en las que Iris lo hacía sentir.

—No esta con su familia.—Aviso Polly acercándose a él.—Ahora tienes que lidiar con una familia de italianos que quieren matarte.

—¿Qué?—Pregunto saliendo de sus pensamientos. No le había entendido ni una sola palabra.

—Su madre esta furiosa contigo. Tendrías que haberla escuchado, dijo cosas irresistibles.—Murmuro con cierta diversión en su voz.—Llegarán mañana en la noche.

—No hay nada que podamos hacer, ¿A qué vendrán?

—No estoy segura, pero su madre vendrá a patearte el trasero. Ella te odia demasiado.—Comento. Era notorio el odio que le tenía esa mujer.

—Yo no soy culpable de esto, Polly.

Polly, lo miro.—Tal vez no lo seas del todo, pero eres una de las causas y no tengo dudas de eso.

—¿Volverá?

Suspiró.—No lo se, Tom..





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